Financiado por Pro Innóvate y ejecutado por Waira Energía, el proyecto integra energía solar, eólica y almacenamiento inteligente para garantizar suministro continuo y sostenible, convirtiéndose en un modelo replicable para otras comunidades rurales del Perú.

El Sistema de Electrificación y Conectividad de Laguna Grande marca un antes y un después en la inclusión energética del país.

Por Stakeholders

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En el corazón del desierto de Ica, Laguna Grande vive una transformación histórica. Más de 40 familias accedieron por primera vez a electricidad e internet gracias a una innovadora microred solar–eólica, la primera de su tipo en el Perú.

Financiado por Pro Innóvate y ejecutado por Waira Energía, el proyecto combina energía limpia y tecnología nacional para llevar desarrollo, educación y conectividad a una comunidad que antes vivía en la oscuridad.

Laguna Grande, la comunidad del desierto iqueño que tiene electricidad gracias a la energía renovable

La microrred combina energía solar y eólica con baterías de ion-litio y medidores inteligentes, lo que garantiza un suministro continuo, limpio y de bajo costo.

«Laguna Grande pasó de vivir en la oscuridad a tener luz, conexión y futuro. Este proyecto, que hoy es una realidad, demuestra que la tecnología peruana puede cambiar vidas cuando se pone al servicio de las personas. El éxito de Laguna Grande nos muestra que la energía descentralizada es clave para impulsar el progreso desde las regiones. Es el inicio de un cambio de paradigma en la inclusión energética del país”, señaló Franco Canziani, fundador de Waira Energía.

Desde su puesta en marcha, el impacto en la comunidad ha sido profundo. Los estudiantes pueden estudiar de noche y acceder a clases virtuales, las familias conservan mejor sus alimentos y los pequeños emprendedores locales amplían sus actividades productivas.

En palabras de sus habitantes, la llegada de la luz y el internet ha encendido nuevas oportunidades para todos.

El impacto de la energía renovable en Laguna Grande

Más allá del logro local, el sistema representa una prueba de concepto nacional. En un país donde cerca de un millón de personas aún no tienen acceso a electricidad y solo una fracción de los hogares rurales cuenta con conexión a internet, este modelo ofrece una ruta viable para cerrar brechas con tecnología limpia y de origen peruano.

El Sistema de Electrificación y Conectividad de Laguna Grande simboliza la unión entre innovación tecnológica, sostenibilidad y desarrollo humano.

Su éxito sienta las bases de un modelo replicable para otras zonas rurales del país que aún viven desconectadas. Con iniciativas como esta, el Perú da un paso firme hacia un futuro más equitativo, inclusivo y energéticamente sostenible.

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