Los asuntos vinculados con el Medio Ambiente y las implicaciones del cambio climático se están convirtiendo en la principal preocupación de las…
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En un sector tan estrechamente vinculado con las preocupaciones por el medio ambiente, como es el sector de la energía, la agenda de las empresas se ha centrado en afrontar el debate social sobre la correcta obtención de los biocombustibles. La escalada de precios que se ha producido en los últimos años en los mercados internacionales de materias primas alimentarias de primera necesidad, ha abierto un foro de refl exión a nivel mundial.
Así, a lo largo de 2008, las empresas del sector han asumido la necesidad de mejorar las prácticas de responsabilidad social en aspectos como la trazabilidad de las materias primas utilizadas en la producción de biocombustibles y en la búsqueda de nuevas
materias primas que no compitan en los mercados internacionales con los productos agrícolas necesarios para la obtención de alimentos.
De esta manera quiere evitarse situaciones de incrementos abusivos en los precios de los alimentos que originan problemas de desabastecimiento en amplias zonas de la población mundial.
Construcción sostenible
En el sector de la construcción, además de las cuestiones ligadas a la seguridad en el trabajo, las preocupaciones relacionadas con el medio ambiente y en especial con lo que se conoce como construccción sostenible, cuya consecución se consigue bien por mejorar la eficiencia energética de los edificios, o por la recuperación y reutilización de los productos residuales de la edificación.
En el sector de la alimentación, el foco de las preocupaciones se dirige también a la búsqueda de una mayor eficiencia en el uso del medio natural y en el desarrollo de productos elaborados que tengan una mayor sensibilidad con los hábitos de vida saludables.
El sector químico es uno de los que tradicionalmente mayores problemas ha tenido con respecto a la opinión pública derivado de su impacto ambiental. Obviamente, las empresas químicas han sido las primeras que han puesto en el primer puesto de
sus preocupaciones, la minimización de sus emisiones y de sus productos.
La aprobación en 2006 del Reglamento Europeo de Registro, Evaluación y Autorización de Sustancias Químicas, ha representado un punto de inflexión en las políticas de RSC de este sector.
Las empresas del automóvil también forman parte de aquellos sectores en donde la preocupación por el cambio climático es más evidente, aunque la reglamentación es en este terreno, muy restrictiva.