Hoy se hacen públicos los resultados del tercer estudio “La opinión y valoración de los consumidores sobre la Responsabilidad…
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De los datos obtenidos destaca el aprobado bajo que reciben las empresas españolas por su desempeño social y ambiental. De media los españoles otorgan un 5,3 a la actuación de las compañías, media que baja hasta el 4,9 cuando se trata de los países en desarrollo. Puntuaciones que aún son más bajas entre las personas con mayor nivel educativo. Además, igual que en la encuesta realizada por CECU en 2006, los consumidores valoran mejor el comportamiento de la pyme frente a la gran empresa. “Los esfuerzos de la empresa a nivel social no están cuajando”, concluye Ana Etchenique, responsables de relaciones institucionales de CECU, a la luz de estos datos. “Da la impresión de que las empresas están más interesadas en la RSE de lo que lo están los ciudadanos”.
Sin embargo, los resultados de estas valoraciones manifiestan mejorías respecto a la edición anterior de la encuesta. Las empresas han mejorado ligeramente su nota en ambos aspectos pero especialmente en cuanto a la opinión de los españoles sobre la RSE de las empresas en los países en vías de desarrollo. En 2006 recibían un puntuación de 2,8.
De todas las áreas de actuación que engloba la RC los consumidores dan más importancia al respecto a los derechos humanos, al medio ambiente y la relación con empleados que al resto de ámbitos. Sin embargo, a la hora de evaluar el comportamiento empresarial en estas áreas, dan un aprobado alto a la relación con clientes (6,3) y un aprobado bajo a al respeto a los derechos humanos (5,5) y la relación con empleados (5,4). Suspenden a las empresas en colaboración con causas sociales (4,5), corrupción (4,4), transparencia (4,4) y medio ambiente (4,2).
Por su parte el Gobierno no consigue un aprobado (4,7) en la promoción de la RC. Los ciudadanos consideran que está impulsando de forma insuficiente el comportamiento social y ambiental de las empresas españolas.
Además, los ciudadanos se muestran a favor de legislar sobre la Responsabilidad Coporativa. El acuerdo es unánime (83%) sobre la necesidad de obligar a las empresas españolas a que informen de su desempeño social y ambiental; y el 54% de los consumidores encuestados quieren que el Gobierno obligue por ley a las empresas a mejorar su comportamiento social. Es más, un 70% de los encuestados creen que debería existir leyes internacionales a las que las empresas deberían someterse cuando operan en los países en desarrollo
Comprar considerando la Responsabilidad Corporativa
El estudio revela que los consumidores españoles tienen poca información sobre Responsabilidad Corporativa y que a la hora de recibir esta información la propia empresa es considerada la fuente menos fiable. “La gente no se fía de la información. Existe un problema de confianza de la ciudadanía hacia la comunidad empresarial”, apunta Etchenique.
En este sentido, los encuestados afirmaban conseguir la información de dos fuentes fundamentales: internet y los medios de comunicación. Del mismo modo, consideran la personal (7,3) como la fuente más fiable en relación a la RC, después vendrían las ONG (5,3) y los medios de comunicación (5,1).
La falta de información también se manifiesta a la hora de comprar. El 70% de consumidores afirma no disponer de información para poder ejercer un consumo responsable cuando va a comprar un producto o contratar un servicio. Por contraste, sólo un 11% manifiesta tener poco interés por tener esta información.
Por otro lado, la falta de información de los consumidores y la desconfianza que manifiestan hacia las empresas contrasta con el hecho de que los consumidores que se muestran más sensibles a la RC son aquellos más informados.
En cuanto a su decisión de compra, el 52% de los consumidores declaraban estar dispuestos a pagar ligeramente más (aproximadamente un 10%) por marcas responsables. Un 18% llegaría a pagar más de un 11% de incremento en el precio por productos de empresas que se distinguieran por un marcado comportamiento responsable a nivel ambiental y social. En sentido opuesto, el 27% reconocía haber penalizado a alguna marca por su mal comportamiento.
El 60% de los encuestados afirma haber oído hablar del comercio justo, sin embargo menos de la mitad nunca ha comprado uno de estos productos. Mientras los productos ecológicos son conocidos por el 81% de la población pero solo la mitad de ellos ha comprado alguno de estos productos. “Falta mucho para que la gente practique un consumo responsable. Tenemos que explicarles que detrás de cada producto o servicio hay toda una cadena de producción y que al elegir son responsables”, concluye Ana Etchenique en relación a la escasa incidencia de estos dos tipos de productos asociados a una compra más ética por parte del consumidor. “Ahora el gran reto par las empresas y para todos los agentes implicados en la RSE es llegar al ciudadano de a pie”.