Desde una visión empresarial, más allá de la filantropía, establecer políticas sostenibles para contribuir con la preservación del medio ambiente y el desarrollo social, se ha convertido en un seguro de supervivencia hacia la posteridad. La sostenibilidad en las organizaciones se ha vinculado como una oportunidad de crecimiento o valor, más que el cumplimiento de exigencias regulatorias, escalando posiciones en la agenda empresarial peruana.
De acuerdo con el Barómetro del CEO de IPSOS, el 61% de los CEO han centrado sus esfuerzos en mejorar el impacto de sus negocios en la vida de los empleados, clientes y comunidades. Sin embargo, lograr una gestión sostenible representa un desafío para las compañías, ya que solo el 44% respondió que cuentan con una estrategia formal de sostenibilidad, mientras que un 40% cuenta solo con lineamientos en desarrollo.
Este proceso de transformación requiere un alto nivel de complejidad. Guillermo Quiroga, Chair de Vistage Perú, resalta que la implementación y ejecución de una estrategia integral de sostenibilidad no es una tarea fácil, porque hay costos asociados, cambios en los procesos, en las personas y en los negocios. Por lo tanto, recomienda no enfocarse en los obstáculos, sino en los beneficios como viabilidad a largo plazo.
Para emerger en la gestión sostenible, la clave para dar el primer y el más grande paso es el cambio de mindset. “El mundo y la sociedad han cambiado, por ende, los ejecutivos también debemos cambiar. En el pasado, quizás esta afirmación permitía un debate, cuando la rentabilidad para el accionista a cualquier precio era el fin supremo de una empresa privada. Ahora, este paradigma y fórmula competitiva ya no es suficiente”, explicó Quiroga.
El CEO y su apuesta por la sostenibilidad
De acuerdo con el estudio elaborado por Apoyo y L+1 en el 2022, el 73% de los encuestados revela que el CEO y los gerentes de primera línea son los principales promotores de la gestión sostenible, para ser aplicada de forma transversal en todos los niveles de su organización.
“El dueño o el CEO de una empresa debe ser consciente de su nuevo rol como principal impulsor, asumirlo con actitud proactiva para entregar resultados sostenibles y enseñar con el ejemplo será la mejor réplica de los objetivos ESG”, sostuvo Quiroga.
Ante un desafío de esta índole, es común percibir dos tipos de actitudes en el CEO según el Chair de Vistage: “La primera es la resignación y, por ende, limitarse a cumplir el mínimo posible. La segunda es tener convicción que es lo correcto y a partir de ello, nace un compromiso. Es sólo en el segundo caso cuando una empresa es capaz de abrazar una cultura corporativa alineada al desarrollo sostenible”.
Consumidores más conscientes
Las demandas actuales de los consumidores, que son cada vez más exigentes y conscientes sobre el impacto medioambiental y el uso eficiente de recursos en los productos o servicios de su preferencia, se reflejan en el estudio reciente de Impront Research, en la que indica que ocho de cada diez peruanos disminuirían el consumo o abandonarían una marca habitual si no está comprometida en iniciativas sostenibles. Quiroga explica que la empresa privada debe atender esta demanda real y no sólo limitarse a la entrega de un producto o servicio meramente transaccional, sino que, en ese bien ofertado, se está cuidando el mundo y a las personas. “Este es un poderoso diferencial para clientes, empleados y sociedad en general, solo si la empresa opera con convicción, transparencia y consistencia; caso contrario, se caerá la máscara del “greenwashing” y el daño reputacional será grande”, puntualizó.