Ecuador firmó el mayor canje de deuda por naturaleza jamás registrado en el mundo. Con esta operación, el país reduce su deuda externa en USD 1.121 millones, al intercambiar USD 1.630 millones en deuda existente por un nuevo préstamo de USD 656 millones. El acuerdo redirige USD 450 millones hacia la protección de las reservas marinas Galápagos y Hermandad, que abarcan 198,000 kilómetros cuadrados.
El ministro de Economía, Juan Carlos Vega, destacó la trascendencia de esta operación. “Este mecanismo no solo implica refinanciar en condiciones más favorables, sino también asegurar un impacto directo en la conservación de nuestra Amazonía y océanos,” afirmó durante el anuncio oficial en Quito.
Fondos para la conservación: un modelo transparente
Los recursos generados serán gestionados por el Galápagos Life Fund (GLF), una organización sin fines de lucro que prioriza proyectos de conservación en las Islas Galápagos. Esta corporación, integrada por representantes gubernamentales, del sector turístico y pesquero, y organizaciones internacionales, garantiza que los fondos sean empleados de manera eficiente y sin implicar recursos públicos.
“El modelo del GLF asegura un flujo constante de USD 23,5 millones anuales durante 17 años, de los cuales USD 19 millones se destinarán directamente a la conservación,” detalló Inés Manzano, ministra de Ambiente de Ecuador.
Este canje financiará el Programa del Biocorredor Amazónico, que busca proteger 4,6 millones de hectáreas de áreas naturales y expandir la cobertura a 1,8 millones de hectáreas adicionales. Además, se reforzará la protección de 18,000 km de ríos y la resiliencia climática en la región. The Nature Conservancy (TNC), una de las organizaciones clave en la estructuración del acuerdo, estima que el impacto del programa será un referente global en conservación.
Ecuador: un líder en conservación global
El acuerdo también tiene implicancias económicas significativas: Ecuador logrará ahorros fiscales netos estimados en USD 800 millones para 2035. Además, se establece un marco de participación activa con comunidades locales, sectores pesqueros y ONG, asegurando que las acciones de conservación sean inclusivas y sostenibles.
Desde 2021, el país ha incrementado en un 42% sus áreas protegidas, acercándose a la meta internacional de proteger el 30% de tierras y océanos para 2030, establecida en la COP15 de Montreal.
Con este hito, Ecuador reafirma su posición como líder en la integración de políticas financieras y ambientales. Este acuerdo no solo reduce la carga fiscal del país, sino que impulsa un modelo replicable para enfrentar los retos globales de conservación.
“Es un modelo transformador para financiar la sostenibilidad y preservar ecosistemas únicos como nuestra Amazonía,” concluyó la ministra Manzano.
Este es el segundo canje de deuda por naturaleza que Ecuador lleva a cabo en dos años, consolidando su compromiso con la conservación y demostrando que las soluciones financieras innovadoras son clave para enfrentar el cambio climático y proteger la biodiversidad global.