Por: Adriana Quirós C.
Asesora en Sostenibilidad
Muchos se preguntan el por qué el área de la sostenibilidad es tan dinámica. La respuesta es muy simple: es porque está basada en la ciencia. Esa misma ciencia que resuelve misterios a diario, que nos abre las puertas al mundo, que quiere hacer nuestras vidas mejores. La que nos puso a reciclar, a llevar al carro a revisión técnica, a invertir en reforestación, a comer espinaca y quinua, a comprar paneles solares y a apostar por la educación y por la infancia. Ahora, una vez más, es hora de mirar a la ciencia y sus avances, de cuestionarse, de innovar, de mantener a la empresa peruana a la altura de los competidores globales y ponernos al día. Ahora es el momento de integrar la economía circular a nuestras vidas y empresas.
Economía circular. Es la nueva frontera de la sostenibilidad, aquella que pocos exploradores se han aventado a conocer. Está basada en la ciencia, ya que surge como respuesta a la escasez de recursos causados por problemas ambientales, crisis climáticas y la creciente población.
La economía circular nos lleva a pensar en la vida de un producto, pero en vez de trazarla en una línea recta —crear-usar-desechar— nos incentiva a cerrar circuitos, pensando en el ciclo completo, inclusive después de la venta. Va mucho más allá del reciclaje (aunque sigue siendo parte importante del modelo). Estamos hablando de la reparación de productos, de la reventa, el rediseño, la remanufactura e inclusive del uso de la basura como un recurso.
La economía circular nos obliga a pensar en sistemas, en flujos biológicos y técnicos, en cómo estos interactúan. Nos obliga a combinar modelos de negocio y abrirnos a la innovación, y a enfocarnos en optimizar recursos y depender, cada vez menos, de recursos no renovables. Nos invita a ponernos al día con lo último de la ciencia y usarla para nuestro beneficio.
La inspiración la podemos tomar de otros países donde industrias completas se han redefinido. Se calcula que en la Unión Europea (UE), el aplicar los principios de la economía circular, puede generar un adicional de €1.8 billones en oportunidades de negocio. Como Escocia, por ejemplo, donde la economía circular ha tomado un rol predominante y hoy se cuentan con iniciativas por ciudades, fondos para medianas y pequeñas empresas, aceleradoras de empresas circulares, eventos, talleres y demás. Todo detrás de la iniciativa gubernamental de Zero Waste Scotland.
Un ejemplo del poder de la iniciativa ha sido el lanzamiento e integración de la certificación Revolve, la cual garantiza la calidad de productos de segunda mano y la experiencia del consumidor. Un total de 122 empresas cuentan con la certificación en Escocia, creando un nuevo mercado para los productos reparados y remanufacturados.
Pero la experiencia peruana es la que mejor sabe: somos nosotros los que podemos identificar oportunidades y usar ese ingenio que nos caracteriza para el bien.
El debate en el Perú ya ha empezado. Ya hemos presenciado foros y conversaciones políticas al respecto, con la participación de diferentes cámaras, gremios e inclusive ministerios presentes. Pero es aquí donde la empresa, con la eficiencia que mejor la caracteriza, puede avanzar a pasos agigantados. ¿Está tu empresa lista para unirse a los innovadores negocios circulares y estar a la vanguardia de la sostenibilidad?