Un nuevo hallazgo. Científicos descubrieron que los nanoplásticos (residuos nanoscópicos del producto plástico) también llamados MNP, pueden entrar al cerebro después de dos horas de ser ingeridos. Estas partículas de plástico podrían aumentar el riesgo de inflamación, trastornos neurológicos o incluso enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el párkinson”, explicó, Lukas Kenner, uno de los investigadores del estudio.
En un principio, solo se conocía que los MNP podían desplazarse libremente por el cuerpo, sin embargo, la idea de que podían llegar al cerebro traspasando la barrera hematoencefálica, una capa natural que protege a dicho órgano de patógenos o toxinas no estaba confirmada.
Para averiguarlo, los investigadores del estudio publicado en la revista Nanomaterials experimentaron con seis ratones, donde a tres de ellos les administraron MNP de poliestireno por vía oral. Estos tenían tres tamaños distintos: 0,293, 1,14 y 9,55 micras (µm) y los colores eran diferentes para poder diferenciarlos.
Tras cuatro horas después del experimento, los roedores fueron sacrificados a fin de analizar si se habían introducido en sus cerebros las diminutas partículas y, de ser el caso, verificar el tamaño de estas.
La sorpresa fue grande al descubrir que las partículas más pequeñas (0,293 µm) cruzaron la barrera hematoencefálica y se encontraban en el cerebro incluso después de solo dos horas. Según simulaciones por computadoras, estos habrían sido ayudados por moléculas de colesterol en la superficie de la membrana.
El hallazgo aumenta la preocupación sobre la omnipresencia de estas partículas contaminantes ya que partículas más grandes como los microplásticos, han sido detectados en la sangre humana y en el aire que respiramos.
Cabe resaltar, que las personas estamos expuestos a los MNP de múltiples formas, por ejemplo, a través de los envases de los productos o los neumáticos de los automóviles, según los autores.