Hasta ahora la Corte Penal Internacional (CPI) considera cuatro delitos: genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y el crimen de agresión
Un panel internacional de 12 juristas, impulsado desde la sociedad civil, definieron Ecocidio como un nuevo delito contra el conjunto de la humanidad, pero sobre todo contra el planeta.
Así, se entenderá por ecocidio “cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existen grandes probabilidades de que cause daños graves que sean extensos o duraderos al medio ambiente”, reza la definición.
La definición de ecocidio ha sido impulsada por la fundación Stop Ecocidio, fundada en 2017 en el Reino Unido. Su objetivo es apoyar el establecimiento del ecocidio como un crimen internacional, con el fin de prohibir y prevenir más devastación de la vida en la tierra.
El panel internacional de expertos comenzó a trabajar en enero. Tras la presentación de la definición, ahora será discutida públicamente para alcanzar un texto definitivo, que se presentará a los Estados firmantes del Estatuto de Roma para que se incorpore, como un quinto crimen, al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI).
Jojo Mehta, presidenta de la Fundación Stop Ecocide, explicó en una rueda de prensa transmitida por videoconferencia que el panel había actuado “con un sentimiento de urgencia” y que ya contaban con el apoyo de varios países, “entre ellos Francia, Bélgica y España”, además del papa Francisco.
Alcance de la definición Ecocidio
Cada una de las palabras de la definición está medida con cuidado y ha sido debatida a fondo, explicó el jurista y escritor Philippe Sands, copresidente del panel. Para establecerla, los juristas debieron descartar una definición demasiado amplia porque resultaría muy difícil que los países firmantes del Estatuto de Roma la apoyasen.
Asimismo, descartaron una definición demasiado acotada, porque aunque existía más posibilidades de que fuese adoptada, resultaría casi imposible, que un desastre medioambiental sea considerado un ecocidio.
En un documento difundido por la campaña Stop Ecocide se explica, por ejemplo, que “hay actividades que son legales, socialmente beneficiosas y operadas responsablemente para minimizar el impacto en el medio ambiente que, sin embargo, causan (o pueden causar) daños graves y generalizados o a largo plazo al medio ambiente”.
En otras palabras, muchos ataques contra el medio ambiente son perfectamente legales, para considerarse ecocidio debe tratarse de un acto que sea “ilícito” o “arbitrario”.
Con información de El País