Los 17 retos que conforman los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por las Naciones Unidas tienen como misiones principales la erradicación de la pobreza, la protección del planeta y la paz, la reducción de las desigualdades y la prosperidad para la humanidad.

Por Stakeholders

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Poner fin a la pobreza es uno de los grandes retos marcados por la ONU para el 2030. Por ello, la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tienen que ver directa o indirectamente con este desafío. Esta meta, que tiene como objetivo acabar con las situaciones de vulnerabilidad vinculadas a este problema, se encuentra en el puesto número uno dentro de la ordenación de los ODS. Sin embargo, hay otros objetivos que buscan erradicarla.

Los 17 retos que conforman los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por las Naciones Unidas tienen como misiones principales la erradicación de la pobreza, la protección del planeta y la paz, la reducción de las desigualdades y la prosperidad para la humanidad. Estas se suscribieron en el año 2016 y canalizadas a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Además, tienen marcada el 2030 como fecha clave para la evaluación de los resultados conseguidos.

¿Cuáles son los ODS para poner fin a la pobreza?

En un comunicado emitido por Achim Steiner a través de la web del PNUD y con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza 2020, el presidente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo aprovechó para señalar que las consecuencias acontecidas de la crisis del COVID-19 presentaban un escenario para “comenzar de cero” hacia un futuro más sostenible y capaz de alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. En línea con esa idea y teniendo en cuenta que Naciones Unidas reconoce la pobreza como multidimensional, Steiner comunicó que, para poder contribuir de manera efectiva a la erradicación de la pobreza en todas sus formas y lugares “debemos transformar nuestra producción y patrones de consumo insostenibles, separar el crecimiento económico de la degradación medioambiental y atender las causas estructurales de las desigualdades sociales y medioambientales en nuestras sociedades”.

La importancia del ODS número 1

El primero de los ODS está enfocado en la erradicación de la pobreza, en todas sus formas y en nivel global. Aunque a lo largo de las últimas décadas la tasa global de pobreza se ha reducido significativamente, la recesión económica derivada de la crisis del coronavirus ha contribuido de manera muy importante a aumentar las desigualdades.

De acuerdo con datos del Informe ‘Índice global de la pobreza multidimensional (IPM)’ elaborado en 2022 por la ONU, cerca de 1.200 millones de personas viven en la pobreza multidimensional, de los cuales 593 millones son menores de 18 años. De entre todas ellas, la gran mayoría se concentra en  el sur de Asia (385 millones) y África Subsahariana (casi 579 millones), dónde muchos de sus habitantes sobreviven con una media de 2,15 dólares al día. 

Además, según los resultados del informe y datos del Banco Mundial, la pandemia habría generado una grave recesión en los avances en la reducción de la pobreza, estimando que entre 75 y 95 millones de personas adicionales podrían encontrarse viviendo en condiciones de pobreza extrema en comparación con las proyecciones anteriores a la aparición de la COVID-19.

Dado el compromiso de la ONU en combatir la pobreza, el primero de los ODS está centrado en este desafío, que incluye no solo la falta de acceso cotidiano a los alimentos, sino también circunstancias que ponen a las personas en situaciones de vulnerabilidad, como la dificultad para obtener agua potable, recibir una atención sanitaria mínima o no poder escolarizar a los niños (todas estas circunstancias son las que la ONU engloba dentro de la pobreza multidisciplinar). Para intentar medir estos y otros parámetros, el organismo supranacional cuenta con su propia magnitud matemática, que es el Índice de Pobreza Humana (IPH), que tiene en cuenta la capacidad de las personas en llevar una vida saludable, el acceso al conocimiento y un estándar suficiente de subsistencia.

El ODS 1 se concreta, a su vez, en cinco metas: erradicar la pobreza extrema, reducir a la mitad la población que vive en la pobreza, mejorar las medidas de protección social, garantizar el derecho a los recursos económicos, y el acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de las tierras y otros bienes; y fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones vulnerables. 







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