Por Stakeholders

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El sector gastronómico ha encontrado en el servicio del delivery la mejor forma de enfrentar las dificultades de la pandemia del COVID-19, con aforos reducidos dentro de sus locales, horarios limitados y restricciones para la circulación de personas.

 

Sin embargo, llevar la experiencia del restaurante a la casa cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad ha provocado un mayor despliegue de bolsas y empaques. ¿Cómo puede un restaurante ofrecer un delivery seguro sin aumentar el impacto ambiental del servicio? Sobre la base de su propia experiencia, Jamie Chirinos, gerenta de Suply Chain de Arcos Dorados – McDonald’s, brinda tres puntos claves.

 

  1. Tener una hoja de ruta clara. Ir hacia la sustentabilidad debe ser una decisión consciente y asumida con seriedad. Hay que establecer lineamientos y marcar hitos que vayan señalando avances hacia el objetivo de ser totalmente sostenible. Por ejemplo, tomar la decisión de reducir el uso del plástico o eliminar el foam (tecnopor) son procesos en los que deben ir probándose diferentes modelos y desarrollar opciones que no afecten la calidad del producto. “En McDonald’s decidimos cambiar hacia la fibra (cartón). Hoy en un delivery promedio se reciben seis empaques y prácticamente todo es cartón o papel: las bolsas, los vasos, las cajas de hamburguesas, papas, nuggets, el posavasos… solo la tapa de las bebidas es de PET, plástico 100% reciclable. Llegar a este punto ha sido un camino de largo aliento en el que se pasó de usar cajas de foam a cartón (2006), se cambió la envoltura plástica de los sorbetes por una de papel (2012), el vaso del McFlurry pasó de foam a cartón rígido (2016) y dejamos de ofrecer sorbetes en nuestros restaurantes (2019). Al 2025 tenemos el compromiso de llegar con empaques más ecológicos, con continuidad, consistencia y un plan desarrollado, haya o no pandemia”, cuenta Jamie Chirinos.

 

  1. Educar al cliente. Este camino hacia la sustentabilidad no debe afectar la relación con el cliente, ni trasladándole los costos de dejar de usar plástico ni haciéndole sentir que antes recibía un mejor producto. Actualmente la SUNAT exige que se cobren S/0,30 por cada bolsa de plástico que se entregue al cliente, pero más que castigarlo se trata de que este cambio de cultura también lo involucre, dándole parte de la responsabilidad. “El caso de los sorbetes (cañitas) es un buen ejemplo. Dejamos de ofrecerlos, incluso antes de que sea ley, y solo se entregaban a demanda del cliente. No se sentía el impacto agresivo de decirle, ya no te doy cañitas, era una opción que se le daba y en la que el cliente debía participar. Y así se fue educando y dejando de pedirlas. Lo mismo pasó con las tapas de las bebidas, que en los restaurantes solo se entregan si el cliente las pide”, explica Jamie Chirinos. Un cliente educado en este cambio de cultura, aprecia un servicio de delivery que prescinda de bolsas, vasos o botellas de plástico.

 

  1. Trabajar junto a los proveedores. Al buscar alternativas de empaques más ecológicos, los proveedores de estos productos también crecen. Para ser más competitivos logran certificaciones como la FSC (de una Auditoría Alemana) o la PEFC (de una Auditoria Suiza), que garantizan que todos sus envases de cartón tengan su origen en bosques bien manejados que proporcionen beneficios ambientales, sociales y económicos. Los lineamientos ‘ecofriendly’ deben extenderse a la cadena de custodia y el almacenamiento. “En el mercado peruano encuentras proveedores que cuentan con estas certificaciones. Nosotros trabajamos con Pamolsa, Exituno, Enotria, Protisa y Amauta del Grupo El Comercio. Cada seis meses les pedimos un informe de los productos que nos venden (vasos, cajas, portavasos) para llevar un control permanente de esta cadena que convertimos en un círculo virtuoso”, dice Jamie Chirinos. En los empaques de McDonald’s pueden encontrarse los sellos de estas certificaciones.

 

Acerca de Arcos Dorados

 

Arcos Dorados es el mayor franquiciado independiente de McDonald’s del mundo y la cadena de restaurantes de servicio rápido más grande en América Latina y el Caribe. La compañía tiene el derecho exclusivo a poseer, operar y otorgar franquicias de locales McDonald’s en 20 países y territorios de esas regiones y contabiliza más de 2.200 restaurantes, entre unidades propias y de sus sub-franquiciados, que juntas emplean más de 100 mil personas (datos de 31/12/2020). La empresa también mantiene un sólido compromiso con el desarrollo de las comunidades en las que está presente y con la generación de primer empleo formal a los jóvenes, además de utilizar su escala para lograr un impacto positivo en el medio ambiente. A su vez, cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE: ARCO). Para más información sobre la Compañía, por favor visite nuestro sitio web: www.arcosdorados.com







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