Por Stakeholders

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Freddy Salcedo Casasola, presidente del Directorio de Conexa Financial Group, señala que para reactivar la economía nacional se necesita destrabar la cartera de inversiones de 363 grandes proyectos de infraestructura de uso público y privado, la cual está estimada en US$ 115,467 millones.

Por David Rodríguez Andara
drodriguez@stakeholders.com.pe

¿Cómo fue el inicio y como ha sido la evolución de Conexa como grupo financiero?
Nuestras primeras operaciones fueron a inicios de los 2000 y estábamos muy enfocados en otorgar rentabilidad al inversionista en los mercados internacionales, fueron años de mucho crecimiento en número de inversionistas y en activos bajo manejo. Luego, del 2008 al 2011 tuvimos años muy difíciles por la crisis subprime, que fue seguida por una gran volatilidad de los mercados financieros. En el 2012 entendimos que era indispensable complementar nuestra oferta para el inversionista con productos que no tuvieran correlación con los mercados financieros. Es así como nace nuestro interés por estructurar fondos que inviertan en economía real, pero recién a finales del 2014 pudimos empezar a operar nuestros primeros fondos de inversión, a la fecha tenemos operando 7.

¿De qué manera como grupo financiero incorporaron el propósito para generar valor a sus stakeholders?
Durante el proceso de selección sobre cual sector enfocarnos para invertir en economía real, encontramos que estructurando fondos de inversión cuyo subyacente esté domiciliado en Perú, otorgábamos eficiencia tributaria al inversionista, también descubrimos que las PYMES están sub-atendidas por los bancos, financieras y otras empresas del sector financiero.

De esa forma nos convertimos en bisagra de los superavitarios con los deficitarios y nuestros 3 primeros grupos de interés fueron los inversionistas, las Pymes y el estado peruano que cobra impuestos a los dos primeros. Posteriormente hemos ido evolucionando y entendiendo que nuestros proveedores, colaboradores y accionistas también son muy importantes y que en medio de la crisis política, sanitaria y económica que estamos viviendo, hemos ido construyendo un mejor equipo profesional para poder cumplir mejor con todos nuestros grupos de interés y ser sostenibles en el tiempo.

¿Qué estrategias aconsejan para la reactivación de la economía nacional y principalmente para el sector de las Pymes que ha sido golpeado por esta pandemia?
Lo más importante es destrabar la cartera de inversiones de 363 grandes proyectos de infraestructura de uso público y privado en 14 sectores de la economía, con un valor estimado de US$ 115,467 millones. El financiamiento de estos proyectos incluye inversión privada (159), inversión pública (120), Asociaciones Público – Privadas (48) y Obras por Impuestos (36).

De acuerdo al IEDEP estos proyectos de inversión representan aproximadamente el 50% del PBI y en caso de concretarse, constituirían un fuerte impulso a la economía para repotenciar el ritmo de crecimiento. El sector Minero es sin lugar a duda el de mayor participación entre los 14 sectores económicos del Perú, al contar con 59 proyectos en 16 regiones del país, que representan el 45% de la inversión total estimada. El sector Hidrocarburos es el segundo sector con mayor participación, con 16 proyectos en 19 regiones, equivalentes al 20% del PBI. Adicionalmente, lo siguen los sectores de Transporte con 76 proyectos y Electricidad con 48 proyectos, representando el 15% y 8% del PBI respectivamente. El 12% restante de los proyectos se encuentra repartido en actividades como Agua y Saneamiento, Salud, Educación, Irrigación y Retail.

A nivel regional también se ve una fuerte concentración de las inversiones, destacando así Cajamarca con US$ 19,178 millones (principalmente en minería), Piura con US$ 13,442 millones (concentradas en hidrocarburos y minería), Lima con US$ 12,406 millones (destacando el sector transporte) y Apurímac con US$ 11,838 millones (mayoritariamente en minería), las cuales representan cerca de la mitad de las inversiones a nivel nacional.

De lo antes descrito se desprende que la ejecución de esos proyectos va a impactar directamente en todas las empresas del Perú.

¿Cuáles son las mejores oportunidades de inversión y alternativas de financiamiento que ustedes proponen en estos momentos a los inversionistas y a las pymes?
Actualmente, para el inversionista nosotros tenemos fondos de inversión que realizan factoring, capital de trabajo y financiamiento de mediano plazo. Estos fondos ofrecen versiones en soles y dólares, por lo que el inversionista no asume riesgo cambiario y las rentabilidades anualizadas para el inversionista oscilan entre 7% y 8% en dólares y entre 8% y 9% en soles. Por el lado de las Pymes, nosotros podemos incluso financiar empresas que no acceden al sistema financiero nacional, que es cuando han sido clasificadas como CPP, deficiente o dudoso, siempre y cuando nos demuestren que son empresas viables y otorguen inmuebles a favor de los fondos en garantía.

Lo descrito anteriormente demuestra la calidad de nuestra propuesta de valor para los inversionistas entregándoles una muy buena rentabilidad con un riesgo bajo y para las PYMES el financiamiento que necesitan para seguir operando.

¿Cómo visualizan las inversiones en papeles comerciales y bonos que están apareciendo en el mercado peruano y de qué manera el desarrollo del mercado de capitales puede contribuir al desarrollo de nuestro país?
En nuestro país, la bolsa de valores aún no luce atractiva para los inversionistas, debido a la poca oferta de acciones liquidas, pero también por el perfil de riesgo de los inversionistas quienes son rentistas mayoritariamente. En ese contexto, la difusión de los papeles comerciales y bonos incrementa la oferta de instrumentos financieros para los inversionistas.

Por otro lado, existen cuatro bancos que concentran el 85% de las operaciones, lo que les otorga un poder de negociación muy fuerte, también; más del 60% de las empresas no están bancarizadas lo que impacta directamente en el acceso al financiamiento que es muy importante para el crecimiento de las empresas y más del 98% son micro o pequeñas empresas cuyos niveles de productividad mayoritariamente son muy bajos. Cuando estas llegan a convertirse en mediana empresa, la productividad se incrementa significativamente debido a que pueden contratar mejores profesionales, sistemas, procesos.

Es por eso por lo que una fuente de financiamiento adicional a los bancos permite negociar de mejor manera tasas, plazos, condiciones u obtener del mercado de capitales el fondeo necesario para el crecimiento y la sostenibilidad de la empresa.

¿Qué otros proyectos están incubando como grupo financiero?
El grupo tiene una empresa que se llama VAL Bienes Raíces S.A. que durante los 5 últimos años pudo acumular 2200 has en diferentes regiones del País que están en un proceso de saneamiento físico legal. A mediados del 2020 la empresa ha empezado a operar, inicialmente creando un directorio que gobierne la empresa, luego ha contratado un Gerente de Proyectos y actualmente se está iniciando la elaboración de un máster plan para determinar cuál es el mejor uso para el total de los terrenos. Lo que está claro es que inicialmente los desarrollos inmobiliarios irán por el lado de negocios de renta, vivienda social y lotización agroindustrial.

Otra inversión que está en proceso de cierre es la adquisición del 80% de Reforesta Perú, empresa que tiene la mejor biotecnología en Perú para plantaciones forestales. La finalidad de adquirir esta empresa es la creación de fondos forestales que generen altos rendimientos en el largo plazo independientemente del desempeño de la bolsa de valores. Consideramos que este producto es sumamente atractivo, particularmente en el contexto actual de máximos históricos en índices como el S&P 500, por lo que se prevé rendimientos mediocres en los activos tradicionales durante la próxima década. Por el contrario, los activos alternativos son más rentables, en particular los fondos forestales pueden generar rentabilidades anuales del 10% al 12% en promedio, pero son inversiones con muy poca liquidez, por lo que deben atender la construcción de fondos para la educación de los hijos o la jubilación, cuyos ciclos de duración calzan con el ciclo biológico de los árboles desde su siembra hasta su cosecha. Adicionalmente esta actividad genera empleo, reduce las áreas deforestadas, contribuye a combatir el cambio climático, genera divisas, impuestos, etc.

Debido al éxito y la resiliencia de nuestros fondos de financiamiento a PYMES a nivel local, estamos en proceso de lanzar un nuevo fondo con la misma tesis de inversión, pero a nivel internacional. El objetivo es permitir la diversificación del riesgo país, pero con eficiencia tributaria para los inversionistas peruanos.

Como se puede deducir, los tres negocios del grupo que son financiero, inmobiliario y forestal, hacen sinergias entre sí y tienen externalidades muy fuertes que las apalancan y las hacen muy atractivas para los diferentes grupos de interés. Lo que es claro es que el grupo solo va a ingresar a actividades empresariales que contengan un propósito, que generen impacto y que contribuyan genuinamente al desarrollo del Perú.

¿Cómo vislumbran el desarrollo del Perú en la era post COVID y con un nuevo gobierno que asumirá las riendas del país este año?
Pensamos que el COVID va a estar con nosotros por lo menos todo el 2021, por lo cual tenemos que aprender a convivir con la pandemia y tratar de hacer el mejor resultado posible, combinando trabajo remoto con presencial. De la misma forma, esperamos que el nuevo gobierno no haga cambios radicales en el modelo económico que en los últimos 30 años ha permitido reducir la pobreza en nuestro país del 60% al 20%. También es impostergable la realización de las reformas de segunda generación que permitan la mejora de la calidad de vida de los sectores D y E, que no han mejorado como debieron en los últimos años debido a la corrupción generalizada de los gobiernos central, regional y local, pero también de los otros poderes del estado, partidos políticos y de la población en general. Como empresario veo con mucho optimismo que, si como país nos lo proponemos, podemos seguir incrementando nuestra matriz exportadora que hoy está compuesta por minería polimetálica, agroindustria y pesca, adicionando sectores como el forestal, servicios, turismo, etc.

 







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