Por Stakeholders
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El ingeniero agrícola Mauricio Oliveros Rojas implementó un sistema de baño sostenible que convierte desechos humanos en abono en Medellín. El saneamiento ecológico consiste en el uso mínimo de agua y en la conversión de orina y excremento en fertilizante para cultivos, representando una innovación en la gestión de residuos y la preservación de recursos hídricos.
El funcionamiento de este baño consiste en la adición de aserrín tras su utilización, proceso que facilita la transformación de los desechos en compostaje adecuado para la agricultura. Oliveros Rojas explica la paradoja de contaminar el agua potable en actividades cotidianas, resaltando la importancia del ahorro del agua y su impacto ambiental, con declaraciones como: “En este baño no usamos agua o usamos muy poca. Acá invitamos a la gente a hacer cagadas felices y con conciencia ambiental”.
El sistema representa una crítica al desperdicio de agua en la vida urbana, donde habitualmente se ensucian grandes cantidades de agua limpia en tareas domésticas que son vertidas al río Medellín a través del alcantarillado.
Con la introducción de estos baños sostenibles, se busca una solución alternativa a la gestión de residuos que preserve la calidad del agua y reduzca la contaminación hídrica. Mauricio Oliveros Rojas agrega: “Es increíble que en la ciudad ensuciemos el agua limpia: la ensuciamos en el lavadero, en el baño, en los platos. Y esa agua la mandamos por el alcantarillado al río Medellín”.
Su propuesta pone de manifiesto un cambio de paradigma en el tratamiento de residuos y conservación del agua, alentando prácticas de saneamiento más sostenibles y responsables con el medio ambiente. Asimismo, esta innovación significa un avance hacia la sostenibilidad en la agricultura urbana y rural, y un llamado a la reflexión sobre el consumo y gestión del agua en las ciudades.
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En Medellín, la fundación Tierra de Semillas inauguró oficialmente un baño seco ecológico en el barrio Santander, como solución innovadora frente a la escasez de agua en las zonas rurales del municipio de Buriticá.
Este proyecto piloto, fue desarrollado con fondos de la propia organización y en él se utilizaron materiales naturales y energía solar, lo que abre la posibilidad de replicarse en otras áreas del departamento de Antioquia.
El diseño de este baño permite la separación de orina y heces para evitar la contaminación cruzada y capitaliza el uso de microorganismos para procesar los desechos, convirtiéndolos en compost en el transcurso de cinco meses.
En el caso de la orina, se fermenta durante un mes en presencia de carbón activo y microorganismos para producir abono líquido. Este sistema no sólo beneficia al medio ambiente al no utilizar agua, sino que también apoya las prácticas agrícolas locales al ofrecer abono orgánico de calidad.
La iniciativa de baños secos nació por el problema de la falta de saneamiento en el municipio de Buriticá, Antioquia. A la espera de la aprobación de los líderes gubernamentales locales, el proyecto tiene como meta brindar instalaciones sanitarias a la comunidad del barrio Santander y enviar los abonos producidos a laboratorios para asegurar su calidad. Como señala el ingeniero Oliveros Rojas, representante de la fundación, “así le entregamos a la gente abono limpio”.
Además, otro de los beneficios ecológicos que se encuentran con la construcción de este baño que fue diseñado en esta población, es que ofrece un ambiente más agradable en comparación con los convencionales, gracias a un sistema de ventilación adecuado que evita los malos olores.
Este proyecto representa un compromiso con soluciones sostenibles y una inversión en el bienestar y desarrollo de comunidades dañadas por la insuficiencia de la infraestructura hídrica.
