Conscientes de la importancia de seguir sumando esfuerzos para ayudar a mejorar la calidad de vida de las poblaciones altoandinas afectadas por las bajas temperaturas, por tercer año consecutivo los colaboradores de Claro Perú se unieron al proyecto “Casa Caliente Limpia”, una iniciativa desarrollada por la Asociación Kusimayo, que utilizando tecnología innovadora consigue modificar las viviendas para hacerlas más calientes y saludables.
En esta ocasión, gracias al aporte voluntario de miles de trabajadores de Claro, más de S/ 50,000 fueron entregados a Kusimayo para financiar el equipamiento de 13 viviendas con la tecnología Casa Caliente Limpia en la comunidad de Sucapaya Ampicha, provincia de Azángaro en Puno.
“Contribuir con este proyecto nos ha permitido durante estos años hacer realidad el sueño de muchas familias que hoy tienen un mejor lugar para vivir. Nos satisface saber que nuestro aporte se traduce en hogares más calientes y cocinas saludables para ellos”, afirmó Anthuanette Nomberto, gerente de Comunicación Corporativa de Claro.
A su turno, Joaquín de la Piedra, Presidente de la Asociación Kusimayo, destacó la importancia de incentivar la participación de las empresas en iniciativas sostenibles de responsabilidad social. “Agradecemos el apoyo de los colaboradores de Claro. Su compromiso y entusiasmo nos motiva también a continuar impulsando este proyecto con la convicción de generar un cambio positivo en la vida de muchas personas”.
Como se recuerda, el proyecto “Casa Caliente Limpia” de la Asociación Kusimayo busca mejorar las condiciones de las viviendas en las zonas altoandinas del país, para lo cual emplea tecnología desarrollada por la Pontificia Universidad Católica del Perú que permite generar y mantener el calor en el interior de las casas. Además, con la construcción de cocinas saludables, el proyecto consigue reducir hasta en un 90% la contaminación al interior de las viviendas, disminuyendo la posibilidad de que los pobladores padezcan enfermedades respiratorias ocasionadas por la inhalación del humo de cocinas tradicionales, que equivale al consumo de 20 cajetillas de cigarro al día.