Por Stakeholders
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Campbell Soup Company atraviesa una fuerte polémica luego de que una demanda presentada en Michigan revelara una grabación secreta donde un alto ejecutivo habría lanzado comentarios ofensivos sobre trabajadores indios y despectivos contra los consumidores de la marca.
El exanalista de ciberseguridad Robert Garza, quien presentó la denuncia, sostiene que el directivo calificó los productos de Campbell’s como “comida de mierda para gente pobre”, frase que desató indignación pública y una investigación interna.
El hecho habría ocurrido en noviembre de 2024, durante una reunión en la sede central de Camden, Nueva Jersey, donde Garza —contratado dos meses antes— discutía su salario con Martin Bally, vicepresidente y director de seguridad informática.
Campbell’s inicia investigaciones contra ejecutivo de la compañía
Según la grabación difundida por WDIV Local 4 News, la voz atribuida a Bally también critica la calidad de la carne, menciona ingredientes supuestamente “bioingenierizados” e insulta a empleados de origen indio, además de admitir haber asistido a trabajar bajo los efectos de marihuana.
Campbell’s asegura que no tenía conocimiento de la grabación hasta que fue emitida en Detroit y afirma no haber confirmado aún su autenticidad. La compañía aclaró que Bally es solo uno de varios vicepresidentes del área tecnológica y que “no tiene ningún rol en la producción ni en la formulación de los alimentos”.
Tras la publicación del audio, el ejecutivo fue puesto en licencia mientras avanza la investigación interna.
En un comunicado, la empresa rechazó enfáticamente lo expresado: “Si los comentarios fueron realmente realizados, son inaceptables. No reflejan nuestros valores ni la cultura de nuestra empresa”.
También defendió la calidad de sus sopas y aseguró que utiliza “pollo real de proveedores estadounidenses aprobados por el Departamento de Agricultura, sin antibióticos”. La firma calificó las afirmaciones escuchadas como “inexactas” y “absurdas”.
La demanda afirma que Garza informó lo ocurrido a su supervisor, J.D. Aupperle, el 10 de enero. Según el expediente, su jefe no lo alentó a escalar el caso a recursos humanos.
Tres semanas después, Garza fue despedido abruptamente, hecho que él interpreta como represalia directa por haber reportado internamente el incidente. El ex empleado alega haber sufrido estrés, humillación y daños emocionales y reputacionales, por lo que solicita una compensación económica y el pago de honorarios legales.
Autoridades estadounidenses se suman a la polémica contra Campbell’s
La controversia ha escalado más allá del ámbito corporativo. El fiscal general de Florida, James Uthmeier, anunció en redes sociales que la división de protección al consumidor de su estado está investigando la calidad de los productos de Campbell’s, aunque no ofreció detalles adicionales.
Por su parte, la firma Runyan Law Group, que representa a Garza, no respondió de inmediato a pedidos de comentarios, pero su abogado aseguró a medios locales que el caso evidencia un ambiente laboral hostil y que el despido fue claramente retaliatorio.
