Al menos 36 personas murieron en São Paulo a causa de las fuertes lluvias torrenciales que golpean el litoral norte del estado brasileño. Además, más de 2.400 personas abandonaron su residencia, según información del Gobierno regional. Entre los fallecidos, se encuentra un menor de siete años que perdió la vida tras un deslizamiento de tierra.
El último domingo, el volumen de precipitaciones había superado la media prevista para todo el mes de febrero en solo 24 horas, según información de medios locales.
Por su parte, el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, ha decretado el estado de calamidad pública para las ciudades de Ubatuba; São Sebastiao; Ilhabela; Caraguatuba y Bertioga.
El funcionario ha solicitado ayuda al Ejército para que los equipos de bomberos y de médicos lleguen a las zonas donde han ocurrido más desprendimientos, una labor difícil debido al bloqueo que ha perjudicado las carreteras.
Agregó que, solo en la ciudad de São Sebastiao hay cerca de 2.400 desplazados de sus casas y 40 personas desaparecidas. Los equipos de emergencia trabajan sin descanso para salvar a las víctimas.
La alcaldía de São Sebastiao, donde ocurrieron la mayoría de muertes, ha cancelado las celebraciones de carnaval y ha anunciado que aún hay personas entre los escombros .
En tanto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó este lunes la zona apaleada por las lluvias y exigió que no construyan más casas en pendientes para impedir este tipo de tragedias.
Con el objetivo de brindar asistencia a los ciudadanos afectados por el desastre, el mandatario se reunió con el titular de Integración y Desarrollo Regional, así como con el gobernador de São Paulo y el alcalde de São Sebastiao.