Si bien cada vez hay más ciudadanos comprometidos con el medio ambiente, los centros comerciales ofrecen diversos tipos de bolsas, entre ellas las de un solo uso, pero ¿cómo podemos saber cuál es la que daña menos al medioambiente?
De acuerdo con algunos expertos, sí es posible calcular el impacto que un tipo determinado de bolsa puede tener para el medio ambiente. “Sí, miramos su ciclo de vida, pero en base a un uso, a una función”, explicó Jordi Oliver, director ejecutivo de Inèdit, un estudio de ecoinnovación estratégica de la Universitat Autònoma de Barcelona.
Por otro lado, se debe apreciar su ciclo de usos. Para el especialista es necesario generar un escenario y comparar las distintas bolsas en base a la función que están satisfaciendo. “Si hacemos un cálculo sobre la compra para un mes. “En bolsas de plástico de un solo uso, se necesitan 30 años, pero si tengo una reutilizable y la voy reutilizando, usaré una”, agregó.
En ese sentido, para comparar distintas bolsas no solo hay que mirar su impacto ambiental, sino también el uso que hará el consumidor.
Según un análisis de la ONU, en el 2020, sobre el ciclo de vida de las bolsas de plástico de un solo uso y sus alternativas, la mejor opción desde un punto de vista ambiental es una bolsa reutilizable de PE (polietileno PP (polipropileno), pero es fundamental que se utilicen en numerosas oportunidades para compensar el impacto ambiental de su producción.
El estudio señala que las bolsas de PE reutilizables tienen un impacto ambiental menor que las bolsas de un solo uso, pero siempre teniendo en cuenta las tasas de utilización.
También están las bolsas de tela hechas de algodón u otros materiales. Sobre estas, el análisis asegura que deben de ser usadas incluso más veces para llegar a ser competitivas. Las bolsas de este tipo deben ser reutilizadas de 50 a 150 veces, ya que tienen un impacto elevado debido a la huella ambiental del cultivo de esta planta textil. Pueden ser una buena alternativa (durable, reparable, rentable) pero es fundamental garantizar centenares de usos.
Al realizar la comparación con las bolsas de un solo uso, la investigación explica que las de plástico rígido “tienen una mejor clasificación que las bolsas de papel y las biodegradables de un solo uso en casi todas las categorías ambientales.
Desechos
El estudio resalta que un mayor peso aumenta todos los otros impactos ambientales de la bolsa, ya que es más difícil que el viento lleve una bolsa más pesada, reduciendo así la probabilidad de que se convierta en un desecho.
Para Jordi Oliver, es importante que se prioricen las bolsas que son reutilizables a pesar de que tengan un impacto ambiental mayor (en lo referente a su producción) Cuenta que hay regulaciones que obligan a las empresas a usar bolsas más resistentes, “y también más caras”, y que estas se quejan de que el usuario las utiliza como si fueran de un solo uso. Es clave que el cambio en la oferta de bolsas esté acompañado de un cambio de hábitos del consumidor, para evitar el aumento del impacto ambiental.