Gates, cofundador de Microsoft, abordará el tema en una próxima docuserie de cinco partes en Netflix titulada “¿Qué Sigue? El Futuro con Bill Gates,” que se estrenará el 18 de septiembre.

Por Stakeholders

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Las recientes opiniones de Bill Gates han generado discusiones sobre la actualidad tecnológica. Para el cofundador de Microsoft uno de los problemas más grandes que enfrenta la generación de jóvenes actuales, es un reto muy difícil de resolver: la desinformación.

La desinformación se está volviendo más común con los avances tecnológicos, como los chatbots de inteligencia artificial general, que facilitan la generación y difusión rápida de falsedades. En una encuesta del Foro Económico Mundial en enero, la desinformación generada por IA fue señalada como el mayor riesgo global de los próximos dos años. El 55% de los estadounidenses en una encuesta de 2023 del Pew Research Center afirmó que el gobierno de EE.UU. y las empresas tecnológicas deberían actuar para restringir la información falsa en línea.

Gates, que ha sido objeto de numerosas teorías de conspiración, se ha familiarizado más con la desinformación de lo que le desearía. Sin embargo, una conversación con su hija Phoebe le abrió los ojos sobre la gravedad del problema. “Escuchar a mi hija hablar sobre cómo había sido acosada en línea y cómo sus amigos experimentaron eso bastante, lo puso en perspectiva de una manera que no había pensado antes,” señala Gates.

El año pasado, Phoebe Gates habló sobre los “malentendidos y teorías de conspiración” acerca de su familia y sus propias relaciones en una entrevista con The Information, incluyendo comentarios racistas en línea sobre uno de sus exnovios, que es negro.

Gates, cofundador de Microsoft, abordará el tema en una próxima docuserie de cinco partes en Netflix titulada “¿Qué Sigue? El Futuro con Bill Gates,” que se estrenará el 18 de septiembre. En una proyección anticipada de la serie proporcionada a Make It, Gates le dice a su hija que se siente mal por no tener una solución práctica para frenar la propagación de la desinformación.

Otros problemas, como erradicar enfermedades o promover energía más limpia, todavía no son fáciles de resolver, pero tienen caminos más claros hacia soluciones, comenta Gates.

Bill Gates aún está superando su ‘ingenuidad’

Cuando Gates empezó Microsoft, pensó que la mayoría de las personas querrían usar las computadoras domésticas —y más tarde, el internet— para fines puramente productivos y responsables. Al iniciar a trabajar en la docuserie, aún albergaba algo de “mi ingenuidad” de que cuando hicimos la información disponible, la gente querría información correcta,” añade.

En cambio, hablar con expertos en desinformación durante el rodaje ayudó a Gates a darse cuenta de que también comparte el impulso humano de buscar información que confirme creencias previamente mantenidas. “Incluso yo me dejo llevar,” dice. “Digamos que hay un político que no me gusta, y hay algún artículo en línea criticándolo un poco. Pienso, ‘Oh, esa es una buena crítica [y] disfruté leerlo, aunque esté exagerado.’”

Gates no está completamente seguro de cómo detener la propagación de la desinformación. Es sensible al contraargumento de que restringir cualquier tipo de información en línea podría perjudicar el derecho a la libertad de expresión, pero está de acuerdo en que se deben establecer algunas reglas, dice. Por quién, no está del todo seguro, agrega.

Las tácticas comunes para reducir la desinformación y la desinformación incluyen programas de alfabetización digital y moderación de contenido por parte de las plataformas de redes sociales. Algunas empresas tecnológicas han reducido esos costosos esfuerzos, que solo tratan la superficie del problema, de acuerdo con investigadores que estudian la desinformación.







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