El uso excesivo de antibióticos puede provocar la aparición de bacterias resistentes, advierten investigadores.

Female doctor holding the pill tablet for the fight against covid-19 coronavirus

Por Stakeholders

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Los altos niveles de contaminación del aire contribuyen al aumento en la prescripción de antibióticos, así lo reveló un estudio elaborado por investigadores del Hospital de Bellvitge de Barcelona.

Los investigadores encontraron que en las zonas donde la calidad del aire es más baja, los médicos tienden a recetar más antibióticos para combatir infecciones que podrían estar relacionadas con la exposición a contaminantes.

El estudio, realizado en varias regiones europeas, sugiere que la contaminación del aire, especialmente las partículas finas PM2.5 y PM10, tiene una relación directa con el aumento de infecciones respiratorias. Estas partículas, al ser inhaladas, pueden debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a infecciones bacterianas, lo que lleva a un mayor uso de antibióticos para su tratamiento.

«Esta relación podría ser causada porque la polución irrita las vías respiratorias y provoca síntomas parecidos a los de una infección, además de facilitar una infección bacteriana secundaria que se da mientras el sistema inmunitario está luchando contra las partículas contaminantes», explicó uno de los autores del estudio, Jordi Carratalà.

El estudio también encontró que las regiones más afectadas por la contaminación tienden a tener tasas más altas de enfermedades respiratorias agudas, lo que refuerza la relación entre la mala calidad del aire y la salud general. Esto incluye problemas como el asma, bronquitis y otras enfermedades pulmonares, que a menudo requieren atención médica y, en muchos casos, la prescripción de antibióticos para evitar complicaciones.

El vínculo entre la contaminación y la prescripción de antibióticos preocupa a la comunidad científica debido a que el uso excesivo de estos medicamentos está directamente relacionado con el desarrollo de bacterias resistentes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido en múltiples ocasiones sobre la creciente crisis de la resistencia a los antibióticos, una amenaza para la salud global que se ve exacerbada por la contaminación ambiental.







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