En medio de un panorama económico incierto, marcado por el incremento de precios en la canasta básica familiar, la falta de empleo y la persistente preocupación por la pobreza; los hogares peruanos enfrentan una realidad desafiante. Según revela la séptima ola del estudio ‘1.000 Peruanos Dicen’ de Omnicom Media Group (OMG), el 76% de la población encuentra complicado asumir los gastos mensuales, un reflejo preocupante de la situación económica del país.
Con el 33% de los encuestados admitiendo que apenas «llega con las justas a fin de mes» y un 28% viéndose obligado a reducir sus gastos para subsistir, las preocupaciones se multiplican. El incremento de precios en la canasta básica familiar lidera las inquietudes para el 2024, seguido de cerca por la falta de trabajo y la pobreza, según el 57%, 56% y 47% respectivamente.
La inseguridad ciudadana y la percepción de un empeoramiento económico en los últimos seis meses también son temas que mantienen en vilo al 56% y 54% de la población, respectivamente.
Emprendimiento ¿Una solución?
Ante este panorama desafiante, surge una tendencia esperanzadora: el impulso hacia el emprendimiento como una vía para mejorar la situación económica. El 33% de los encuestados ve una posible mejoría en su situación financiera y considera la posibilidad de emprender un negocio propio este año. Según Keyla Olano, directora de Estrategia de OMG, esta tendencia responde a la necesidad de encontrar soluciones ante un bolsillo ajustado y podría relacionarse con eventos recientes, como la liberación de fondos de AFP.
El perfil del comprador refleja una priorización de productos pequeños y de bajo costo, como útiles de aseo personal, artículos de limpieza y alimentos básicos. A pesar de ello, más del 40% de las transacciones siguen realizándose de manera presencial, evidenciando una brecha en la inclusión financiera. Sin embargo, el uso de billeteras digitales para compras en línea está en aumento, con un 88% de los peruanos prefiriendo este método de pago.
Por otro lado, las mujeres enfrentan una doble carga, con el 72% mostrando preocupación por el futuro económico, así como niveles más altos de estrés y cansancio emocional. Estos datos refuerzan la necesidad de abordar las desigualdades de género tanto en el ámbito laboral como en el hogar.
Finalmente, con un 41% de la población sin acceso a productos financieros, queda claro que la inclusión financiera sigue siendo un desafío pendiente en el país.