Por Osmaro Villanueva
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El Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJC) está próximo a inaugurar su nuevo terminal de pasajeros, una obra clave para modernizar la principal puerta de entrada aérea al Perú. Con una inversión multimillonaria y un avance del 99.4%, el proyecto ha alcanzado su etapa final de implementación. Sin embargo, Ositrán ha identificado una serie de deficiencias que podrían afectar la operatividad del aeropuerto y la experiencia de los pasajeros en su apertura programada para el 30 de marzo de 2025.
Según el informe del organismo regulador, aún falta completar la instalación y pruebas de sistemas críticos, como el sistema de inspección de equipaje, los controles de acceso, la red de telecomunicaciones y la sincronización de información de vuelos. Además, la concesionaria Lima Airport Partners (LAP) aún debe obtener certificaciones clave antes de la apertura.
Sistemas operativos del nuevo aeropuerto aún en fase de prueba
A pesar de la proximidad de la fecha de inauguración, el aeropuerto sigue en proceso de pruebas en áreas fundamentales para su funcionamiento. Entre los sistemas pendientes se encuentran:
- Sistemas de seguridad: El control de accesos (DACI) y los análisis de pasajeros y valoración de seguridad (PAS/PVAS) aún no han completado su integración total.
- Infraestructura tecnológica: La red de área local (LAN) y el sistema de información de vuelos (FIDS) requieren pruebas de conectividad para garantizar su correcto funcionamiento.
- Operaciones esenciales: Se están realizando ajustes en la sincronización de relojes, pasarelas de embarque y planta de combustible, procesos que son vitales para el flujo de pasajeros y aeronaves.
- Detalles estructurales: Aún se deben realizar reparaciones en pisos, señalización y sistemas de climatización, además de pruebas en la red de agua y sistema contra incendios.
Si bien estas pruebas son parte del proceso habitual previo a la puesta en marcha de un aeropuerto, la proximidad de la fecha límite genera preocupaciones sobre posibles retrasos o problemas operativos en los primeros meses de funcionamiento.
Faltan certificaciones y mejoras en el transporte y seguridad
Además de las pruebas técnicas, el aeropuerto aún debe obtener permisos esenciales para su operación. Entre ellos destacan el Certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (ITSE), la autorización de funcionamiento del aeródromo por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y la aprobación de la planta de combustible por Osinergmin.
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Otro factor preocupante es la falta de una solución de transporte público eficiente para conectar el aeropuerto con la ciudad. La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) trabajan en propuestas, pero aún no hay una implementación clara de rutas seguras y accesibles para pasajeros y trabajadores.
Asimismo, Ositrán ha señalado la necesidad de reforzar las condiciones de seguridad en los accesos al nuevo terminal, un aspecto clave para garantizar la protección de los viajeros y empleados.
¿Habrá retraso en la apertura?
Si bien el contrato de concesión establece el 30 de enero de 2025 como fecha límite para la entrega del proyecto, LAP y el MTC han anunciado formalmente la postergación del inicio de operaciones al 30 de marzo de 2025. Ositrán ha confirmado que, al no haberse cumplido aún el plazo contractual original, no corresponde la aplicación de sanciones a la concesionaria.
La supervisión del proceso de Puesta en Operación y Transición (ORAT) es clave en las próximas semanas, ya que garantizará que las aerolíneas, operadores y entidades vinculadas puedan adaptarse sin inconvenientes al nuevo terminal. Si las pruebas pendientes no se completan a tiempo, el inicio de operaciones podría enfrentar problemas logísticos y de seguridad.
A pocas semanas de su inauguración, el nuevo aeropuerto Jorge Chávez se encuentra en la recta final, pero con desafíos por resolver. La atención está puesta en la culminación de las pruebas operativas y en la obtención de certificaciones clave para asegurar que el inicio de actividades en el renovado terminal sea exitoso y libre de contratiempos.
Ositrán sancionará a LAP si falla en entregar nuevo aeropuerto operativo
El organismo adelantó que sancionará a LAP si no cumple con la entrega operativa del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez para el próximo 30 de marzo. La presidenta, Verónica Zambrano, enfatizó que cualquier retraso constituiría un incumplimiento del contrato de concesión.
Zambrano se refirió a la filtración de una serie de comunicaciones entre LAP y sus proveedores sobre una posible prórroga en la entrega del aeropuerto. Sin embargo, aclaró que la concesionaria ha mantenido la fecha inicial y que cualquier incumplimiento derivaría en sanciones. «A nosotros lo que nos interesa es lo que haga LAP, no lo que hagan sus proveedores. El 30 de marzo tiene que estar el aeropuerto operativo y si no lo está, habrá sanciones contra LAP», sostuvo.
La presidenta de Ositrán explicó que las sanciones o penalidades serán proporcionales al daño generado, pero suficientemente elevadas para disuadir futuros incumplimientos. «Hay una fórmula para determinar la sanción, pero debe ser mayor para que quien infringe no vuelva a incumplir», agregó.
Finalmente, Zambrano subrayó que el contrato de concesión establece que LAP debe entregar un terminal completamente operativo, no solo infraestructura y equipamiento en funcionamiento. Cualquier incumplimiento en este aspecto representaría una violación al acuerdo suscrito con el Estado.
