
Las expectativas de Apple para 2010 eran muy altas. El último trimestre del año pasado todo…
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Las expectativas de Apple para 2010 eran muy altas. El último trimestre del año pasado todo eran especulaciones sobre la “tableta” que estaba desarrollando la firma de Cupertino, ¿cómo se llamaría? ¿Cuáles serían sus características? ¿Cuándo se presentaría?
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Con una estrategia de marketing basada en la red y en sus “macevangelizadores” su forma de gestionar la reputación empieza a jugarle malas pasadas con media docena de casos que han corrido como la pólvora entre los internautas.
En primer lugar tuvo que hacer frente a su informe sobre proveedores, donde se afirmaba que se habían detectado siete empresas suministradoras en las que se infringía gravemente su código ético en materia de condiciones laborales, salarios, horas extras o trabajo infantil. En este caso era la propia empresa quien sacaba a la luz estas malas prácticas, y no lograba parar las expectativas de ventas del nuevo gadget: el esperado “iPad”. Todo parecía ir bien. La reputación de la compañía de la manzana no se veía amenazada, incluso ha habido personas que su política de relación con los grupos de interés le servía de amortiguación. Incluso se permitía el lujo de rechazar en su junta general de accionistas una propuesta por la que se instaba a la dirección a que elaborara una memoria de responsabilidad social o sostenibilidad. Sin embargo, con su segundo dispositivo parece que las cosas están cambiando. El iPhone 4 parece estar maldito. Comenzó su andadura con un extraño olvido de un prototipo en una cafetería, que fue a parar a manos de Gizmondo, uno de los principales blogs tecnológicos de Estados Unidos. Esta perdida fue bastante cuestionada en la red, y su política de marketing empezaba a ser cuestionada. Pero los hechos más graves todavía estaban por llevar. Nada más ponerse a la venta, y por un problema de seguridad de ATT en Estados Unidos, se produjo una considerable perdida de datos de usuarios. La privacidad de los usuarios estaba en cuestión, ya no son las condiciones laborales de fábricas en países lejanos sino un tema crítico para un tipo de usuario que hasta ahora tenía plena confianza en sus proscriptores tecnológicos. Además, a todas estas “desgracias” llega la crisis de las antenas. Los usuarios se empiezan a quejar de los clientes con la escasa. cobertura de la señal de los iPhone 4. En un primer momento sale a escena el gran capo, Steve Jobs, y da lecciones de cómo coger el nuevo móvil, parecía que llamaba ineptos a los usuarios que con sus manos tapaban la señal de la antena. Aunque sin embargo, el problema no es ese. En un acto inusual publicaba una carta dando explicaciones y anunciado un cambio en el algoritmo que cambia la representación de la señal de cobertura. Por último, diversos blogs especializados se han hecho eco del hackeo de la Apple Store por parte de un desarrollador vietnamita, que ha colocado sus aplicaciones entre las primeras de la tienda. Lo peor de este caso, ha sido el robo de datos personales que se han usado para la compra de aplicaciones. Ante todo esto nos preguntamos como puede afectar a la reputación de Apple y por lo tanto a la venta de unos productos, como esta afectando a la acción de la compañía de Cupertino y, sobre todo, cuales son las medidas que se están adoptando dentro de la organización para solventar todo este corolario de problemas. Fuente: |