
La incorporación de más mujeres en la industria minera no solo responde a una cuestión de justicia social, sino que representa una decisión estratégica para fortalecer la sostenibilidad, la competitividad y la innovación del sector. Así lo expresó Jimena Sologuren, presidenta de PERUMIN 37, en su reciente columna publicada en El Comercio, donde abordó el papel fundamental de la equidad de género en el desarrollo de la minería del futuro.
«La diversidad de género no es una cuota que cumplir, sino una oportunidad para transformar la industria«, señaló. Según diversos estudios internacionales citados por Sologuren, las compañías mineras con mayor equidad de género pueden ser hasta un 49% más rentables y un 83% más innovadoras, como demuestra la experiencia del Reino Unido.
Una realidad que urge cambiar
Si bien en las últimas décadas el sector ha logrado avances significativos, el reto sigue siendo enorme. En Perú, apenas el 7,5% de la fuerza laboral minera está compuesta por mujeres, según cifras del Ministerio de Energía y Minas. Esta proporción está por debajo del promedio global, que se sitúa en 11%, lo que evidencia la necesidad de profundizar las estrategias de inclusión, desarrollo y permanencia de talento femenino en todos los niveles.
Sologuren alerta que muchas de las mujeres que ingresan a la industria aún enfrentan barreras estructurales, como la segregación ocupacional —que las relega a roles de apoyo administrativo— o la brecha de liderazgo, con una escasa representación femenina en cargos operativos y estratégicos.
«Para cambiar esta realidad, es clave visibilizar a las mujeres líderes del ecosistema minero: en grandes operaciones, en la pequeña minería, en la minería artesanal, a las que enfrentan la minería ilegal y a las científicas que innovan en el sector», sostuvo.
Brechas desde la educación
La participación femenina en minería también se ve limitada desde el acceso a la formación académica. Aunque más de 25 universidades peruanas ofrecen carreras vinculadas a ingeniería de minas, metalurgia y geología, el sesgo de género en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) persiste.
Según datos de la OCDE, el 62% de los títulos universitarios en carreras STEM en Perú son obtenidos por hombres, y la diferencia es aún más notoria en especialidades directamente ligadas a la minería. Por ello, Sologuren considera fundamental fortalecer los programas de formación para mujeres en ciencia y tecnología, y con ello aumentar la base de profesionales calificadas para ingresar y escalar en la industria.
El liderazgo femenino transforma
Para la presidenta de PERUMIN 37, el liderazgo femenino en minería no debe restringirse al ámbito operativo. Su presencia es igualmente clave en áreas como gestión estratégica, comercial, tecnológica y de comunicación, donde pueden aportar visiones más integrales, colaborativas y orientadas al desarrollo sostenible.
«La equidad de género en minería no es solo un compromiso, es una necesidad para la evolución de la industria«, puntualizó. «Los hombres y las mujeres deben tener las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional», concluyó.
Con este mensaje, Sologuren no solo plantea un llamado a la acción, sino también un recordatorio de que una minería sostenible es una minería inclusiva, capaz de reconocer y aprovechar todo el talento disponible sin importar el género.