En el Día Mundial del Medio Ambiente, Camisea presentó imágenes inéditas del tapir, el jaguar y distintas variedades de insectos que habitan en las profundidades del Bajo Urubamba, Cusco, uno de los hotspots de biodiversidad más importantes del planeta, donde han logrado preservar y registrar 2,200 especies de flora y fauna gracias al Programa de Monitoreo de la Biodiversidad (PMB).
El PMB de Camisea captó hace unos meses, a través de cámaras trampa, al jaguar, el felino más grande de Latinoamérica criándose en la selva de Cusco. Este animal llega a pesar 130 kilos, puede medir hasta 1.80 metros y es un cazador que, a diferencia de otros felinos, no le teme al agua para perseguir a sus presas.
Este conocimiento es posible gracias la colaboración de 250 coinvestigadores de las comunidades nativas yines o matsigenkas del Bajo Urubamba, que se sumaron a los 185 investigadores profesionales para documentar 2,200 especies terrestres y acuáticas. Además, ellos supervisan el impacto y estudian permanentemente las zonas cercanas a las operaciones de Camisea.
El tapir, o sachavaca (tapirus terrestres), es otro de los animales que el PMB captó con sus cámaras trampa. Según un informe del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), esta especie tiene una relevancia cultural, biológica y económica desde el Perú precolombino.
Según los reportes científicos del PMB, también se registraron distintas variedades de insectos, donde destacan las lepidópteros nocturnos, himenópteros (abejas), dípteros, scarabaeidae (escarabajos) y formicidae (hormigas). Estas especies juegan un rol clave en el ecosistema: son descomponedores, consumidores, predadores y parásitos.
Todas estas especies pueden ser observadas en www.pmb.pe Allí se puede encontrar fotografías y datos, por ejemplo, sobre el jaguar melánico, totalmente negro, entre los ríos y el verde la selva cusqueña.