Como muchas empresas a nivel mundial, la plataforma estadounidense Airbnb cerró sus oficinas y adoptó el trabajo remoto ante la vorágine sanitaria. Sin embargo, en una reciente carta a sus colaboradores, el director ejecutivo de la plataforma estadounidense, Brian Chesky, anunció que la “gran mayoría” podría continuar laborando desde cualquier parte del mundo sin recortes salariales.
En su misiva, Chesky resumió la política de trabajo flexible en cinco puntos principales:
-Puede trabajar desde casa o la oficina
-Puede mudarse a cualquier parte del país y la compensación no cambiará
-Tiene la flexibilidad de viajar y trabajar en todo el mundo
-Nos reuniremos regularmente para coordinaciones puntuales
-Seguiremos trabajando de forma muy coordinada
El año pasado, Google, Microsoft, Meta y Twitter redujeron el sueldo de los trabajadores que se mudaron lejos de la sede de Silicon Valley. Por ello el plan de Airbnb resulta interesante.
Según especialistas, es probable que el trabajo remoto se extienda. Good Judgement Open, una plataforma de pronóstico colaborativa, predice que el porcentaje de trabajos en LinkedIn que mencionan híbrido o remoto se duplicará en el próximo año.
Nicholas Bloom, un economista de Stanford que estudia el trabajo a distancia, concluye que alrededor del 15 % de los trabajadores trabajarán completamente a distancia después de la pandemia y otro 30 % trabajará en configuraciones “híbridas”.
Hasta ahora, el trabajo remoto ha sido positivo para la productividad, según Bloom. Sin embargo, el principal desafío que debe enfrentar el colaborador es lograr manejar esta libertad y autonomía en línea con las metas y objetivos puestas por el líder del equipo.