Por Stakeholders
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Luego de muchos años padeciendo los efectos del plástico de envases de gaseosas (PET) y envases de lácteos y lubricantes de motores (PEAD), así como de las bolsas de polietileno, regadas contaminando playas, ríos y calles de nuestras ciudades y en el caso marino costero, destruyendo biodiversidad; por fin el Ministerio del Ambiente (MINAM), esta estudiando la normativa para controlar estos residuos sólidos, empezando con las bolsas plásticas de polietileno, pero desafortunadamente sin convocar para tal fin a los agentes económicos, municipales y organismos vivos sociales de base.
Estas normativas todavía en proyecto, parten desde la prohibición de usar bolsas de polietieno, como en el caso de Chile, donde el gobierno presento esta semana a su Congreso un proyecto de Ley para prohibir el uso de bolsas plásticas, salvo sean biodegradables.
En nuestro caso el MINAM ha participado en nota de prensa en la agencia estatal Andina del 6 de Mayo, que esta trabajando un proyecto de Ley, que seria presentado prontamente al Congreso, para su aprobación. En este proyecto adelantan la decisión de normar el cobro a los consumidores por las bolsas de polietileno que se entregan en todo establecimiento minorista, para desincentivar su consumo y anuncia una intensa campaña de educación pública para la eliminación y reciclaje de las bolsas plásticas.
Por otro lado la Asociación Peruana de la Industria Plástica APIPLAST, que agrupa a los fabricantes de polietileno, PET Y PEAD empezó una campaña para defender sus intereses, con una entrevista a uno de sus directivos, publicada en el diario Gestión el 8 de Mayo pasado; oponiéndose a la prohibición de uso y mencionando que el problema es la falta de educación del consumidor, para reciclar y eliminar adecuadamente estos desechos. Resaltan que son 140 compañías con gran inversión en bienes de capital y que da trabajo a mas de 5,600 personas.
ECOPLAYAS con mas de 20 años de luchar contra el plástico en las playas nacionales, sobre todo naturales, aprendió en sus campañas, que el 60% de los desechos sólidos en playas son plásticos que ocasionan dramático daño a las aves, mamíferos y reptiles marinos, algunos en extinción y desarrollo una tecnología intermedia para extraerlos con eficiencia.
El problema del plástico no son solo las bolsas de polietileno, que de hecho son sumamente destructivas para la biodiversidad marina, si no integralmente los envases de bebidas y hasta las latas de cervezas y el vidrio, que matan especies. Es correcta la apreciación de que el gran problema es el consumidor, quien no posee la cultura para eliminar adecuadamente sus desechos y los deja regados por donde va, pero también es la falta de rellenos sanitarios municipales, donde se convierte los ríos, mares y desierto en botaderos para estos restos. Asimismo no existe un esfuerzo de reciclaje debidamente normado y promocionado, para aprovechar estos materiales altamente reutilizables.
En conclusión el problema central de los restos de plásticos, es la falta de inversión. Falta de inversión en educación, falta de inversión en construcción de rellenos sanitarios y manejo de residuos sólidos municipales, falta de inversión en el reciclaje. La pregunta es: ¿Quien debe invertir? ¿Quien es responsable de estos desechos? ¿Quién obtiene el beneficio de estos materiales?
La respuesta cae por si sola, son responsables los fabricantes de envases plásticos y las marcas que los contratan. Es responsable el Estado y los gobiernos regionales porque no invirtieron en los gobiernos municipales para instalar rellenos sanitarios y mejorar el manejo de residuos. Son responsables todos estos, porque no invirtieron en educar al consumidor, en un país como el nuestro donde es la principal carencia del ciudadano, la falta de educación.
Tal como ocurre en países desarrollados, esta inversión debe salir de un fondo económico de aporte de los fabricantes y marcas, en contrapartida con el propio Estado y gobiernos regionales, para reunir el dinero necesario para implementar acciones que den solución integral al problema.
