Por Stakeholders
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La ciudad de Nueva York ha presentado un proyecto legislativo pionero que busca restringir la venta y distribución de detergentes en cápsulas y láminas que contienen alcohol polivinílico (PVA), un tipo de plástico que plantea serias inquietudes ambientales.
La iniciativa, liderada por el concejal James Gennaro, tiene como objetivo principal reducir la contaminación por microplásticos en los cuerpos de agua de la ciudad, marcando un posible precedente sin antecedentes en el ámbito legal estadounidense respecto al uso de estos productos.
El PVA, presente en las populares cápsulas de detergente y otros productos, ha sido identificado como una fuente significativa de microplásticos en el ambiente. Aunque algunas marcas lo promocionan como biodegradable, investigaciones recientes sugieren que su desintegración en las instalaciones de tratamiento de aguas residuales no es completa.
“El estudio encontró que cerca de 75% de él no se trata y simplemente pasa a través del tratamiento convencional del agua”, señaló Charles Rolsky, del Instituto Shaw, resaltando la contribución del PVA a la acumulación de microplásticos en los océanos.
La propuesta de ley, conocida como “Los Pods son Plástico”, establece multas a partir de 400 dólares por la venta o distribución de estos productos, con un incremento por cada infracción subsecuente. La medida podría entrar en vigor a partir del 1 de enero de 2026.
Si bien la industria defiende la seguridad de los paquetes de detergente, voces críticas debaten su biodegradabilidad y señalan el potencial perjudicial del PVA para los ecosistemas acuáticos y la salud humana.
El impacto de los microplásticos en el ambiente y la salud humana se ha convertido en un tema de investigación crucial, y esta propuesta de ley no solo refleja un paso hacia la sostenibilidad ambiental, sino que también sirve como un llamado a la acción para otras ciudades y países en la lucha contra la contaminación plástica.
