Para enfrentar el cambio climático y promover actividades económicas que apuesten por la conservación de la biodiversidad, la Alianza Empresarial por la Amazonía invertirá más de 300 millones de soles en negocios sostenibles, un monto que impactará de modo directo a las poblaciones amazónicas que conservan los bosques.
Impulsada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), el Gobierno de Canadá y Conservación Internacional, la iniciativa cuenta con un fondo inicial de 100 millones de soles y se espera apalancar 200 millones de soles adicionales para ser invertidos mediante dos mecanismos de financiamiento: donaciones y préstamos accesibles, con tasas de interés competitivas.
“Esta plataforma es una apuesta por la Amazonia, por su desarrollo sostenible, por generar oportunidades de crecimiento económico respetando el medio ambiente. Buscamos mejorar el entorno de los negocios verdes, para que estos crezcan”, dijo Luis Espinel, vicepresidente en Perú de Conservación Internacional.
La alianza propone un desarrollo económico basado en el uso sostenible de los recursos basado en enfoques de género, interculturalidad y derechos. Además, promoverá negocios liderados por mujeres para potenciar sus capacidades empresariales. Según los promotores, más de 10 mil personas de la población amazónica serán beneficiadas con esta plataforma.
«Se han unido algunos gobiernos regionales como Huánuco, Madre de Dios, San Martín y Ucayali. También Loreto y Amazonas. La expectativa es cubrir toda la Amazonía. Lo que se busca es impulsar actividades que logren mecanismos para una adecuada preservación de los ecosistemas», matizó Luis Marino, director de la Alianza Empresarial por la Amazonía en Conservación Internacional.
La organización suma esfuerzos por recuperar y restaurar más de 20 mil hectáreas de bosque y contribuir con el manejo sostenible otras 60 mil hectáreas. En el primer grupo de empresas aliadas destacan Starbucks, la Fundación BHP, Virdis Terra, Aje, Shanantina, Rainforest Expeditions, entre otros.
«Si uno analiza cuál es la demanda por modelo de negocio sostenible encontramos un universo que todavía está en procesos iniciales; modelos que requieren asistencia técnica. En el caso de inversión pública pasa lo mismo, pues existen potenciales proyectos, pero es todavía muy riesgoso para los inversionistas más tradicionales», agregó Merino.
De modo que los recursos están orientados a generar condiciones para que todo el portafolio de negocios pueda acceder a un financiamiento por parte de las empresas que sea totalmente formal
El especialista ha instado a las entidades financieras a pensar en finanzas verdes, es decir, que «busquen un plan de trabajo sostenibles. Desde ese escenario, estamos todavía en una base inicial. Pero se ve el interés de los actores en colocar recursos para los negocios», finalizó.