La implementación de empaques verdes son el aporte de las empresas responsables a la disminución de residuos que contaminan el ambiente.

Foto: Envato Elements

Por Stakeholders

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Los eventos naturales y climáticos que vienen ocurriendo en nuestro país y en el mundo son muestra de que los gases de efecto invernadero están impactando agresivamente nuestro planeta. De acuerdo con el último informe de la ONU, la temperatura seguirá aumentando y es probable que para el 2040 incremente en 1.5 °C, por lo que cada tonelada de CO2 emitida pone en peligro a la humanidad.

En ese sentido, las empresas están implementando el uso de empaques verdes o sostenibles, como los envases PET y los sacos de papel. Todos ellos están diseñados para ser más amigables con el medio ambiente debido a su rápido proceso de biodegradación.

En la siguiente nota te compartimos algunos beneficios que trae la implementación del uso de empaques verdes en los procesos industriales y para el medio ambiente:

  • Disminuye la cantidad de residuos sólidos: Al ser empaques biodegradables o reciclables, pueden ser reutilizados en lugar de ser desechados en vertederos o incinerados, lo que propiciaría la reducción de emisiones de CO2 asociadas con la eliminación de residuos.
  • Reduce la cantidad de energía: Los empaques verdes contribuyen a reducir el impacto ambiental de la producción y el transporte de los productos. Al utilizar materiales sostenibles y reciclables, se reduce la cantidad de energía necesaria para producir y transportar los empaques, lo que a su vez disminuye las emisiones de CO2 al ambiente.

    “Utilizando 18,000 envases PET en reemplazo de los baldes plásticos tradicionales ahorramos 4.581 Kg de plástico. Esto representa evitar generar 16 toneladas de CO2 a la atmósfera.”, destacó Miguel Torres, jefe de abastecimiento de Sika Perú.
  • Contribuye en reducir la cantidad de uso de combustible: Los empaques verdes al ser más eficientes en términos de espacio y peso, contribuyen a disminuir la cantidad de viajes del transporte ya que se pueden transportar más productos en menos envases, reduciendo así la cantidad de combustible necesario para transportarlos y, por tanto, minimizar las emanaciones de dióxido de carbono.






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