medioambiente

Por Stakeholders

Lectura de:

Fiorella Sifuentes
Analista de Sostenibilidad de Scotiabank

Año tras año, somos testigos de cómo los líderes de diversos países del mundo forman parte de una nueva Conferencia de las Partes (COP) para sumar esfuerzos y compromisos que permitan mantener algún nivel de sostenibilidad en el planeta. Si bien es cierto, en los últimos años se ha logrado más progreso de lo que hubiéramos imaginado, también es innegable que estamos aún muy lejos de conseguir limitar el calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, objetivo establecido en el Acuerdo de París. Sin embargo, actualmente nos encaminados hacia los 2.7°C o 3°C, escenarios devastadores para la humanidad.

Lo más probable es que esperaremos a que la situación sea incontrolable para declarar la crisis climática

Fiorella Sifuentes, Analista de Sostenibilidad de Scotiabank

actualmente nos encaminados hacia los 2.7°C o 3°C, escenarios devastadores para la humanidad.


Con un aumento actual de 1.1°C, hemos podido evidenciar una mayor frecuencia en la cantidad de tormentas, olas de calor, inundaciones y otros fenómenos naturales relacionados, que ponen en riesgo al planeta, pero sobre todo a los más vulnerables, aquella porción del mundo que aún sigue sin ser atendida.

Un nuevo estudio a cargo de Oxfam, basado en una investigación realizada por el Instituto de Política Ambiental Europea y el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, ha revelado durante la primera semana de la COP26, que las emisiones totales de CO2 del 10% de la población más rica superará el nivel alineado de 1.5°C al 2030, independientemente de lo que haga el otro 90%. Además, señala que la mitad más pobre seguirá emitiendo CO2 muy por debajo del límite (en buena hora).

Esto nos indica que, al parecer, solo una pequeña parte de la población tiene permitido contaminar a diestra y siniestra, y que, para no sobrepasar el límite de los 1.5°C, una persona del 1% de esa misma porción tendría que reducir sus emisiones en torno a 97% en comparación con la actualidad.

Más allá de los pocos acuerdos que se están logrando en la COP26 sobre combustibles fósiles, protección forestal y disminución de emisiones -los cuales, según los expertos, no son suficientes y carecen de planes de acción concretos- debemos enfocarnos en que para cerrar la brecha de emisiones al 2030, es necesario que la crisis del clima y de la desigualdad se aborden de manera conjunta.

¿Será posible que los gobiernos dirijan las medidas a ese 10%? Manteniendo los hábitos actuales, lo más probable es que esperaremos a que la situación sea incontrolable para declarar la crisis climática como una emergencia global.







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