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Investigadores analizaron a tres especies de pingüinos, para así confirmar la presencia de mercurio en el continente ‘blanco’ proveniente del medio natural o de las actividades humanas. 

La biodiversidad en el planeta es una de las más afectadas por fenómenos como el cambio climático, así como por influencias propias de la naturaleza o aquellas provenientes de la actividad humana.

Un grupo variado de científicos ha publicado recientemente el hallazgo de altas concentraciones de mercurio en las plumas de tres especies de pingüinos en la Antártida.  

A través de un estudio, que involucró a investigadores del Museo español de Ciencias Naturales, Estación Experimental de Zonas Áridas, Instituto de Salud Carlos III y la Universidad de Murcia, se analizaron a las especies papúa, barbijo y Adelia, cuyas muestras fueron recolectadas entre los años 2005 y 2007.

Más allá del impacto directo en los pingüinos, la investigación publicada en  la revista ‘International Journal of Environmental Research and Public Health’ da cuenta de que la Antártida está siendo punto sumidero de mercurio. 

Andrés Barbosa, uno de los autores de la investigación, señaló la ventaja que representó hacer partícipe del análisis a los pingüinos, dado que ellos se encuentran en “parte alta de la cadena trófica”, por lo que se configuran como “el modelo de estudio perfecto”. 

Precisamente, detectaron el almacenamiento de este metal “especialmente en el pingüino barbijo de la isla Rey Jorge”

“El tercer metal más peligroso”

En una perspectiva amplia, en el informe se explica que el mercurio, el cual termina por asentarse en las regiones polares, tiene su procedencia del medio natural y de actividades relacionadas al hombre.

Para el primer caso detallaron que fenómenos naturales como la actividad volcánica desencadena que este elemento químico desemboque en la regiones de la Antártida, mientras que para el segundo el origen se centra en la quema de combustibles fósiles, por ejemplo.

Las conclusiones de la investigación no hacen más que confirmar la presencia de mercurio en el continente ‘blanco’, para lo que este documento se convierte en “un indicador directo de que este elemento está cada vez más presente”, se lee.

Vale recordar que, de acuerdo a la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades, el mercurio es el “tercer metal más peligroso” y  “tóxico para la salud de los ecosistemas y de los seres vivos”, a lo que suma que causa “alteraciones neurológicas, inmunológicas y fisiológicas

Finalmente, para Andrés Barbosa es fundamental que se continúe analizando la presencia de mercurio en el continente, debido a que su conservación “se está viendo comprometida por fenómenos como el cambio climático”.

Vía EFEverde.







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