Por Stakeholders
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La Policía Federal de Brasil inició una nueva operación con el objetivo de «erradicar» la minería ilegal en la tierra indígena Yanomami, en una de las regiones más conflictivas de la Amazonía.
De acuerdo con la institución, el objetivo es «interrumpir la logística» de estas actividades delictivas, «inutilizar la infraestructura» usada por los mineros ilegales y obtener pruebas para ser llevadas ante la Justicia. También se retirará del territorio «a los no indígenas, preservando los derechos humanos de todos».
En el operativo también participan agentes de la Fuerza Nacional, un grupo élite de las Policías regionales de todo el país; fiscales del Instituto de Medio Ambiente (Ibama) y de la estatal Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai).
El jefe de la Dirección de Medio Ambiente y Amazonía de la Policía Federal, Humberto Freire, señaló que la operación busca evitar «otra crisis humanitaria» entre los mineros ilegales, que pueden terminar sin «los medios de subsistencia mínima».
De acuerdo con Freire, el operativo continuará hasta el «restablecimiento de la legalidad en la tierra indígena Yanomami» con la salida «total» de los «intrusos». De forma paralela, la Policía realiza otra operación contra el lavado de dinero proveniente de la extracción ilegal de oro en la región.
Cabe mencionar que en los últimos días, diversos organismos del Estado brasileño han intensificado sus acciones para asumir el control del territorio Yanomami y expulsar a los cerca de 15.000 mineros que operaban ilegalmente en la zona y quienes además son acusados de ser una amenaza a esta comunidad indígena.
Estado de emergencia Yanomami
Hace tres semanas, el Gobierno decretó el estado de emergencia sanitaria debido a las graves condiciones de desnutrición y a las enfermedades que afectan a gran número de los yanomamis, en parte relacionadas a los productos tóxicos usados por los mineros, como el mercurio.
El número de mineros ilegales se disparó en las tierras indígenas en los últimos cuatro años, alentados por el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, un firme defensor de la explotación de los recursos de la Amazonía.
