Instituciones y exfuncionarios expresaron su malestar por las declaraciones del ministro del Ambiente, Rubén Méndez, quien indicó que el mercurio no era peligroso para la salud humana.

Por Stakeholders

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Las declaraciones del ministro del Medio Ambiente y Agua de Bolivia, Rubén Méndez, donde ponía en duda los efectos nocivos del mercurio, ha generado una ola de indignación entre sectores sociales y académicos.

Una de la instituciones en alzar su voz de protesta fue la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz (UMSA), quien mostró su “malestar y preocupación”. A través de un comunicado, señalaron que existen investigaciones sobre los daños del mercurio en la salud humana y el medioambiente, las cuales se han realizado bajo un “estricto rigor científico y académico”.

“Distintos estudios de la UMSA han demostrado que el mercurio es una sustancia tóxica con efectos devastadores en ecosistemas acuáticos y terrestres”, afirmó el centro de estudios.

En tanto, el exdiputado Luis Eduardo Siles, mostró su rechazo y pidió la renuncia del Ministro del Ambiente. Indicó que la información brindada pudo haber causado confusión en la población que lucha contra el uso de ese químico en la actividad minera.

“Lo que dijo el ministro es una barbaridad, es absolutamente inconcebible que probablemente tenga una repercusión internacional porque se trata de una autoridad encargada de preservar el medio ambiente y cuidar la vida de los ciudadanos”, declaró Siles. Agregó que las estimaciones preliminares indican que el 75% de la población del norte paceño, incluido grupos indígenas de la zona, están sufriendo los efectos del mercurio.

Por su parte, la senadora Cecilia Requena también solicitó la renuncia Méndez, ya que considera que su información en vez de orientar «engaña a la gente respeto al peligro para la salud ese neurotóxico«.

La semana pasada, el ministro de Medio Ambiente y Agua de Bolivia causó asombro al cuestionar los efectos nocivos del mercurio sobre la salud humana. El funcionario dijo creerle a una persona que le comentó haber tenido contacto, por muchos años, con este metal y no haber presentado ningún síntoma.

“Le creo porque soy de Potosí y he vivido frente a la mina. Prácticamente vengo de los campamentos mineros y jugaba con mercurio de niño (…) Por las calles de Potosí, cuando llueve, sigue corriendo mercurio. Los niños de Potosí siguen juntando mercurio en botellas para vender; no sé si están enfermos”, indicó Rubén Méndez.

No obstante, días después y tras la ola de críticas, el funcionario de Bolivia admitió que el mercurio es peligroso.

“Las declaraciones que están circulando han sido sacadas de contexto. La misma se llevó ayer, donde se presentaba diferentes resultados. Soy consciente del peligro del mercurio en la salud humana, en el medio ambiente, en el agua, tanto así que diferentes Ministerios estamos trabajando en eso”, dijo.







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