Un nuevo estudio global revela que más de 43 millones de hectáreas de territorios indígenas en la Amazonía enfrentan presiones directas de proyectos extractivos y de infraestructura. En Perú, el corredor Yavarí–Tapiche, donde habitan pueblos en aislamiento voluntario, emerge como uno de los puntos más críticos. Líderes indígenas advierten que la pérdida del bosque pone en riesgo no solo sus culturas, sino también la estabilidad climática del planeta.

Por Stakeholders

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A pocos días de iniciarse la COP30, un nuevo informe internacional advierte sobre una presión industrial en los territorios de los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (PICL) de la Amazonía. El estudio titulado “Territorios de los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales en la Primera Línea: Mapeo de Amenazas y Soluciones en las Selvas Tropicales más Grandes del Mundo” fue elaborado por la Alianza Global de Comunidades Territoriales (GATC), COICA, APIB y Earth Insight.

Según el análisis, más de 43 millones de hectáreas de territorios indígenas amazónicos están actualmente bajo amenaza directa por actividades como la extracción de petróleo y gas, la minería y la tala industrial. De ellas, 31 millones de hectáreas se superponen con bloques petroleros y gasíferos, 9,8 millones con concesiones mineras y 2,4 millones con concesiones de tala industrial.

Perú: el corredor Yavarí–Tapiche bajo presión

En el caso peruano, el informe identifica al corredor Yavarí–Tapiche como una de las zonas más sensibles. Este territorio, de 16 millones de hectáreas, alberga a Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial (PIACI) y mantiene el 99% de su cobertura boscosa intacta. Sin embargo, enfrenta amenazas crecientes derivadas de la expansión de proyectos extractivos y de infraestructura.

A pesar de su relevancia ambiental y cultural, el Estado peruano aún no reconoce formalmente varias reservas indígenas en la zona, dejando expuestas a comunidades altamente vulnerables. “Si el bosque desaparece, se llevará la lluvia y los ríos con él”, advirtió Fany Kuiru, Coordinadora General de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA). “No pedimos solidaridad, pedimos responsabilidad. La Amazonía es la base de la vida: si desaparece, se llevará con ella nuestro futuro compartido”.

Contaminación, violencia y pérdida de biodiversidad

El documento también destaca los efectos críticos de estas presiones en otros países amazónicos.
En Ecuador, el 64% del territorio Waorani reconocido se encuentra afectado por bloques petroleros, generando problemas de salud y degradación ambiental. De 3.500 sitios contaminados por actividades petroleras, apenas la mitad ha sido restaurada.

En Brasil, el avance del agronegocio ya ocupa cerca del 30% de los territorios indígenas de Mato Grosso do Sul, donde se registraron 608 asesinatos de líderes y defensores indígenas entre 2003 y 2021. Este fenómeno, descrito por especialistas como un “kaiowicidio”, evidencia un patrón de violencia estructural contra quienes defienden sus tierras.

“El equilibrio de nuestros ecosistemas se está rompiendo”, señaló Kleber Karipuna, Copresidente de GATC y Coordinador Ejecutivo de APIB. “No somos la última línea de defensa; somos la raíz viva de un futuro posible”.

Soluciones desde los territorios

A pesar del panorama alarmante, el informe enfatiza que los pueblos indígenas no solo resisten, sino que también lideran soluciones concretas para enfrentar la crisis climática.

En Colombia, 25 Entidades Territoriales Indígenas protegen el 36% de la Amazonía colombiana con casi total cobertura boscosa. En Brasil, el Fondo Podáali canaliza financiamiento directo hacia proyectos comunitarios, mientras que la NDC Indígena busca vincular los derechos territoriales con la acción climática nacional.

El estudio propone cinco demandas clave como hoja de ruta regional:

  • Reconocimiento de los derechos territoriales.
  • Respeto al consentimiento libre, previo e informado.
  • Financiamiento directo a las comunidades.
  • Protección de los defensores de la tierra.
  • Integración del conocimiento ancestral en las políticas globales.

“Sin una acción decidida para garantizar derechos y apoyar la gobernanza indígena, la humanidad fracasará en sus metas climáticas”, advirtió Juan Carlos Jintiach, Secretario Ejecutivo de GATC. “El liderazgo indígena ofrece un camino viable hacia la regeneración planetaria”.

Un llamado urgente antes de la COP30

La advertencia llega en un momento crítico antes de la COP30. La Amazonía, considerada el “pulmón del planeta”, produce diariamente 20 mil millones de toneladas de agua en forma de ríos voladores. No obstante, las lluvias en la región se han reducido hasta en un 74% debido a la deforestación.

“La evidencia es contundente (…) Sin reconocimiento de derechos territoriales, consentimiento informado y protección efectiva de los ecosistemas, los objetivos globales de clima y biodiversidad serán inalcanzables”, declaró M. Florencia Librizzi, Subdirectora de Earth Insight.

El informe, basado en la Declaración de Brazzaville y las Cinco Demandas de la GATC, insta a los gobiernos a sustituir la extracción por la regeneración. En palabras de sus autores, garantizar los derechos de los pueblos indígenas no es solo justicia histórica, sino una condición indispensable para la supervivencia de la humanidad.

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