
El Ministerio del Ambiente (Minam) anunció que más de 70 mil hectáreas de bosques amazónicos están siendo conservadas por comunidades indígenas y pequeños productores.
Esta iniciativa se ejecuta en regiones clave como Loreto, San Martín, Ucayali y Amazonas. El objetivo es proteger el ecosistema y fomentar actividades económicas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Las acciones forman parte del proyecto “Conservación de Bosques Amazónicos”, liderado por el Programa Nacional de Conservación de Bosques.
Esta estrategia busca frenar la deforestación, mejorar la calidad de vida local y reducir las emisiones de carbono. Además, valora el conocimiento ancestral de los pueblos originarios y su vínculo con el territorio.
Un total de 76 organizaciones, entre comunidades nativas y asociaciones de productores, accedieron a fondos para planes de negocio sostenibles. Cada iniciativa recibió hasta S/ 370,000 para ejecutarse en un período de 18 meses. El financiamiento proviene del Gobierno del Perú y de la cooperación internacional.
Los planes de negocio están centrados en actividades como la producción de cacao, café, castaña, miel y aguaje. Estos productos, además de tener alta demanda, permiten conservar el bosque sin necesidad de talarlo. Con ello, se promueve una economía verde con identidad cultural y respeto ambiental.
El programa incorpora un enfoque intercultural y territorial, adaptando sus acciones a las particularidades de cada comunidad.
Se promueve el uso de tecnologías adecuadas, asistencia técnica y fortalecimiento organizativo.
Esto garantiza que los beneficiarios no solo conserven el bosque, sino que lideren su propio desarrollo.
Hasta el momento, se han conservado más de 967 mil hectáreas de bosques amazónicos en todo el país.
El modelo peruano de conservación ha sido reconocido internacionalmente por su innovación y eficacia.
Su enfoque de desarrollo sostenible y participación comunitaria lo convierte en una experiencia emblemática.
Desde el Minam se reiteró que proteger la Amazonía es clave para enfrentar la crisis climática global. Por ello, seguirán impulsando políticas que integren economía, medio ambiente y derechos indígenas.
Las comunidades no son solo aliadas: son guardianas fundamentales del bosque y del futuro del país.