Por Stakeholders
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El olor a auto nuevo podría aumentar el riesgo de padecer cáncer debido a las sustancias químicas que tiene y cuyas emisiones dependen de las temperaturas superficiales del interior del vehículo. Así lo reveló un estudio realizado por investigadores chinos y estadounidenses.
Según el informe publicado en Cell Reports Physical Science, se detectó el formaldehído en niveles mayores a un 35 % de las normas de seguridad nacionales chinas. Este es un compuesto presente en desinfectantes, germicidas y estufas de gas.
También se encontró el acetaldehído, probable carcinógeno de clase II. Se detectó en concentraciones que superan los límites de seguridad en un 61 %. Mientras que el benceno, un carcinógeno presente en pinturas, gasolina y cigarrillos, también superó los niveles, siendo perjudicial para los conductores que pasan largas horas en el coche.
Sin embargo, de acuerdo con el estudio, estas sustancias químicas no tendrían un impacto tan negativo sobre los pasajeros sentados detrás.
Para su análisis, los investigadores se basaron en las temperaturas superficiales dentro de un todoterreno de tamaño medio que estaba equipado con plástico, imitación de cuero, tela tejida y fieltro. Al salir estos materiales de la cadena de producción, liberan al aire diversos compuestos orgánicos volátiles, un proceso conocido como desgasificación, según reporta Science Alert.
En el experimento, los investigadores registraron emisiones de compuestos orgánicos volátiles de cinco materiales habituales a 25 °C, 40°C y 65 °C, descubriendo que estas emisiones aumentan con temperaturas superficiales más elevadas. El mayor riesgo se produjo por inhalación, mientras que la ingesta dérmica y la ingestión se consideraron relativamente pequeñas.
Los especialistas afirmaron que el estudio brinda un método prometedor que los diseñadores de vehículos pueden aplicar para seleccionar los materiales adecuados para lograr un control eficaz de las fuentes y evaluar previamente la calidad del aire en el vehículo». Agregaron también que servirá para reducir las altas concentraciones de compuestos orgánicos volátiles con simplemente abrir la ventana del vehículo.
Según, Science Alert, investigaciones anteriores realizadas en California ya habían establecido que solo 20 minutos de conducción en un coche nuevo puede exponer a las personas a cantidades peligrosas de benceno y formaldehído, y que los riesgos para la salud incrementaron para quienes se desplazan durante más tiempo.
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