Por Stakeholders

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Este año, la celebración del Día Mundial de la lucha contra el SIDA viene enmarcada dentro de la crisis mundial generada por el COVID-19. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS)  no ha querido dejar de lado esta importante fecha para hacer un llamamiento a los dirigentes y ciudadanos del mundo, para que se unan a la «solidaridad mundial» con el objetivo de mantener los servicios esenciales de lucha contra el VIH a pesar de la pandemia.

En una nota publicada por la agencia Europa Press,  la OMS advierte que el progreso hacia los objetivos mundiales de diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad inmunológica «se ha ralentizado considerablemente este año».

Al respecto, los nuevos datos de esta organización muestran que, según las estimaciones, 26 millones de personas recibían tratamiento antirretroviral a mediados de 2020  (lo que supone un aumento de solo el 2,4 por ciento con respecto a los 25,4 millones estimados a finales de 2019). 

Para la OMS este aumento es demasiado lento en comparación con el año pasado, en el que la cobertura del tratamiento aumentó un 4,8 por ciento estimado entre enero y junio de 2019. Por eso la organización sanitaria de Naciones Unidas también exhorta a los países a que proporcionen a los profesionales sanitarios contra el VIH una «mayor protección y apoyo» para que puedan continuar su labor en condiciones de seguridad durante la pandemia.

Por otro lado, en los 24 países con datos mensuales comunicados a ONUSIDA y la OMS, las personas que actualmente reciben tratamiento han sido apoyadas y mantenidas, pero las pruebas «han disminuido en todos y los nuevos inscritos en el tratamiento se han reducido a la mitad». Aun así, desde la OMS muestran esperanza, pues consideran que en los últimos meses ha habido signos positivos de recuperación en los servicios de pruebas y tratamientos.

VIH y COVID-19

Actualmente muchos investigadores están investigando si las personas con VIH corren un mayor riesgo de obtener resultados deficientes con COVID-19. Según la OMS, las pruebas preliminares de un «aumento moderado» de la vulnerabilidad de las personas con VIH «hacen aún más urgente que tengan acceso a antirretrovirales y a tratamientos para las comorbilidades, como el tratamiento de las enfermedades no transmisibles, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la diabetes y la tuberculosis».

Sobre este punto, la OMS y sus socios dieron la voz de alarma a principios de este año, preocupados por el impacto de las interrupciones notificadas en la prestación de servicios.

Un llamamiento que dio resultado, pues según datos de la OMS, el número de países que notifican interrupciones en los servicios relacionados con el VIH ha disminuido en casi un 75 por ciento desde junio. 

De esta manera, solo 9 de los 152 países estudiados siguen informando de interrupciones; y en junio, 24 países informaron de un suministro de antirretrovirales de menos de 3 meses, mientras que ahora solo 12 tienen una reserva críticamente baja.

Esto se debe principalmente a la aplicación de las directrices existentes, entre ellas la de proporcionar una dispensación de medicamentos antirretrovirales durante varios meses a los pacientes que no tienen acceso a los centros de salud; una sólida coordinación mundial, regional, nacional, de los fabricantes y de los asociados dirigida por la OMS para garantizar un suministro adecuado de las existencias de medicamentos; y la prestación sostenida de servicios de salud esenciales basados en los centros de salud y en los mecanismos de prestación de servicios comunitarios.

Asimismo, la OMS destaca que los países también han introducido varias adaptaciones e innovaciones eficaces en la prestación de servicios durante la pandemia de  COVID-19. Por ejemplo, en muchos países del África subsahariana las pruebas de COVID-19 han dependido en gran medida de los sistemas de laboratorio construidos y desarrollados por los programas de VIH y tuberculosis. Los dispositivos se han compartido entre los programas, así como la infraestructura, los sistemas de transporte de muestras y el personal altamente cualificado.

En Tailandia, los servicios de profilaxis pre exposición (PrEP) se han prestado a través de servicios de salud dirigidos por la población clave que ofrecen dispensación durante varios meses, telesalud, servicio express, automuestreo y asesoramiento.

En Bulgaria, un proyecto de demostración mostró una fuerte demanda comunitaria de autopruebas del VIH que también dio lugar a la ampliación de los servicios de pruebas para reducir las desigualdades entre las zonas rurales y urbanas.

«En el Día Mundial del Sida 2020, rendimos homenaje a las comunidades y los países que han demostrado capacidad de recuperación e innovación, a menudo encabezados por las propias personas que viven con el VIH. Esto es vital, porque mientras nos centramos en la lucha contra esta nueva pandemia, no debemos bajar la guardia ante una pandemia gemela que ha estado con nosotros durante 40 años y que está lejos de haber terminado», comentó Meg Doherty, directora del Departamento de Programas Mundiales de VIH, Hepatitis e ITS de la OMS,







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