
El burnout laboral, también conocido como síndrome de agotamiento profesional, está alcanzando niveles críticos en el Perú: uno de cada seis trabajadores lo experimenta de forma frecuente o constante, según el Reporte de Burnout Laboral 2025 de Buk. Esta cifra (16%) es la más alta entre los países analizados en Latinoamérica, superando a Colombia, México y Chile.
El informe de Buk revela que las generaciones más jóvenes son las más afectadas: el 17% de la generación Z y el 14% de los millennials presenta burnout frecuente, mientras que la cifra desciende al 8% entre los baby boomers. Además, las mujeres, las personas neurodivergentes y quienes pertenecen a la comunidad LGBTQ+ reportan niveles de agotamiento significativamente más altos que otros encuestados.
“Estos resultados muestran que el desgaste emocional ya no es un fenómeno aislado, sino una señal estructural del tipo de entorno que estamos creando en las organizaciones”, mencionó Sebastián Ausin, Country Manager de Buk en Perú.
Situación en las empresas peruanas
Los principales factores que explican el alto nivel de burnout en el país están vinculados a la experiencia del colaborador. Un 23% de quienes están insatisfechos con la flexibilidad laboral presenta burnout frecuente, al igual que un 27% de quienes no se sienten reconocidos por su trabajo. Este desgaste tiene consecuencias concretas: el 49% de los trabajadores peruanos con burnout frecuente desea cambiar de empleo, y cuatro de cada diez no recomendaría su empresa como un buen lugar para trabajar.
“Las cifras sobre Perú deben hacernos entender que estamos ante un modelo de trabajo que ya no responde a las expectativas ni a la salud de las personas. Las organizaciones deben repensar cómo están gestionando el talento si quieren atraer y retener a las nuevas generaciones. Promover el bienestar ya no es un beneficio negociable, es una condición para la sostenibilidad del negocio”, agregó Ausin.
A pesar de ello, los colaboradores peruanos muestran una resiliencia destacable: incluso entre quienes sufren burnout frecuente, un 81% logra planificar y cumplir sus tareas en tiempo y forma —el porcentaje más alto entre los países analizados.
Recomendaciones prácticas para prevenir el burnout
Los hallazgos de Buk buscan servir como guía práctica para empresas y líderes comprometidos con la construcción de entornos laborales más saludables y equilibrados. Entre las acciones clave que propone se encuentran:
- Fomentar una cultura centrada en el bienestar real, no solo en declaraciones. Esto implica generar espacios de escucha activa y garantizar seguridad psicológica.
- Diseñar políticas de flexibilidad laboral, con horarios adaptables y jornadas razonables.
- Reconocer activamente el trabajo bien hecho, mediante mecanismos formales e informales.
- Capacitar a los líderes en salud mental laboral, para que identifiquen señales de burnout y promuevan el equilibrio entre trabajo y vida personal.
- Medir el bienestar de forma continua, integrando indicadores de salud mental en las evaluaciones de desempeño.
- Educar a los equipos sobre los síntomas del burnout, para detectarlo a tiempo y evitar que evolucione hacia cuadros más graves.
¿Cómo sé que tengo burnout?
Este síndrome, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como un fenómeno ocupacional, se manifiesta a través de síntomas cognitivos como la falta de concentración, emocionales como la desmotivación, conductuales como el aislamiento o el bajo rendimiento y fisiológicos como el cansancio crónico o los trastornos del sueño.