Julio Cáceda, asesor del superintendente de la Sunedu, explica que el sistema de educación superior universitaria ha cambiado para bien gracias al proceso de licenciamiento.
POR ÁLVARO FABIÁN SUÁREZ
asuarez@stakeholders.com.pe
El proceso de licenciamiento de las universidades inició en el año 2016. El 9 de julio del 2014 se había publicado en el Diario
El Peruano la Ley N°30220, que percibía como necesario que toda institución de educación superior universitaria pasará por un proceso de licenciamiento para verificar que cumpliera con las condiciones básicas de calidad para estar operando. Mediante esta ley es que en el 2015 se crea la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) como ente encargado del licenciamiento de las universidades en Perú.
Julio Cáceda, asesor del superintendente de la Sunedu, explica que a las universidades a las cuales se les negó la licencia tienen que enviar a la Sunedu un plan explicando cómo se realizará el traslado de sus estudiantes a otras casas de estudio, para luego cerrar definitivamente sus puertas en un plazo máximo de dos años.
El especialista expone que no hay mucho que hacer por las universidades que no cumplieron con las CBC; ya que en 2012 se promulgó una “ley que establece la moratoria para la creación de universidades públicas y privadas”, la cual no permite la creación de universidades ni filiales. Y en 2018, se extendió su duración por dos años más.
“Si a una universidad se le niega la licencia, se le imposibilita de poder ofertar. La ley moratoria impide que pueda seguir ofertando; ya que tratar de licenciarse nuevamente sería hacer eso. Así que solo le queda dejar de funcionar o esperarse a que la ley moratoria acabe y tratar de hacerlo con un plan formativo completamente nuevo”, señala Cáceda.
Errores típicos
El asesor del superintendente refiere que existen errores típicos en este proceso. Las dos condiciones básicas de calidad que las universidades incumplen y por lo cual no logran licenciarse, son las líneas de investigación y los mecanismos de inserción laboral para los egresados.
“Es consistente que estas 45 universidades que se les ha negado el funcionamiento tengan este problema. Hay mucho subempleo y muchos problemas de retorno. Las universidades no tenían mecanismos para promover la inserción laboral.
Solamente eran una fábrica de títulos; sin que les importe qué pasaba con sus estudiantes y egresados” enfatiza Cepeda.
Asimismo, el especialista subraya que este largo proceso realizado por la Sunedu ha dejado muchos aprendizajes y mejoras al sistema educativo universitario.
“Lo primero que podemos decir con seguridad es que el sistema de educación superior universitaria ha cambiado completamente para bien. Eso se ve reflejado en el tema que ha mejorado la producción de investigación, el porcentaje de docentes a tiempo completo con posgrado, y el porcentaje de docentes ordinarios de la universidad. Asimismo, varias universidades mencionan que el proceso de licenciamiento ha servido para mejorar su oferta y ordenarse”, afirma.
Asimismo, Cáceda resalta que un gran logro es que se cuenta con información del Estado de las universidades y datos que antes no existían.
Finalmente, el asesor del superintendente resaltó la valiosa legitimidad de la gobernanza sobre el sistema educativo que logró construir este proceso de licenciamiento.
“Hemos construido una gobernanza sobre cómo debe ser el sistema de educación superior. Se ha pasado de un sistema sin regulación a uno en el que se regulan que las universidades cumplan con condiciones básicas y cumplan con seguir la ley”, puntualiza.