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Alexis Pancorvo, director académico de la Fundación Pachacútec, considera que actualmente se deben crear las oportunidades necesarias para que el ciudadano de a pie, la empresa privada y el gobierno puedan articular acciones de manera conjunta en beneficio de una educación de calidad para todos, sin distinción alguna y con los recursos necesarios en todo el Perú.

Es una realidad que la fuerte crisis por la pandemia de COVID-19 ha venido golpeando enormemente el trabajo que vienen realizando las ONGs en el Perú, sobre todo, aquellas que impulsan una educación integral en niños y jóvenes, cuyo único fin es poder atender a poblaciones vulnerables que hasta ahora no han tenido la oportunidad de acceder a una educación de calidad.

Así lo señala Alexis Pancorvo, director académico de la Fundación Pachacútec, quien refiere que, debido a esta situación, miles de estudiantes que son apoyados por estas instituciones necesitan de recursos para seguir estudiando. Inclusive asegura que en el caso de la Fundación Pachacútec, el número asciende a más de mil estudiantes.

“A nivel nacional, la pandemia nos ha mostrado la realidad cruda tal cual, y como es, pues no todos los niños y jóvenes acceden a una educación de calidad, peor aún, el acceso a internet o a una Tablet es todavía un trabajo que se debe mejorar por el futuro de las próximas generaciones. De hecho, según estudios del cual los estudiantes de la Fundación Pachacútec han tomado parte, se ha encontrado que 46% de jóvenes no poseen internet, 48% de jóvenes no cuentan con equipos y 19% de jóvenes no cuentan con teléfonos móviles”, comenta Pancorvo.

Asimismo, refiere que gran parte de los ingresos que manejan las ONGs provienen del apoyo de la empresa privada y de la cooperación internacional. En el primer caso, afirma que las empresas han sufrido en el último año un duro golpe al tener que reducir costos al máximo para poder subsistir en este escenario, lo cual ha limitado la inversión en proyectos con enfoque social, afectando la labor de las organizaciones sin fines de lucro, sobre todo a la hora de seguir apoyando a más personas o familias.

“Como Fundación, hemos tenido que ser creativos y buscar recursos que nos permitan seguir apoyando a más jóvenes. Además, tuvimos otro gran reto que fue elaborar 300 almuerzos diarios para atender a las familias más necesitadas de Pachacútec, todo esto con el apoyo de empresas”, agrega Pancorvo.

Retos identificados

Para profundizar un poco más sobre el panorama que enfrentan las ONGs producto de la pandemia, Pancorvo habla de seis retos identificados, que pueden ser vistos como una oportunidad para que el ciudadano de a pie, la empresa privada y el gobierno puedan articular acciones de manera conjunta en beneficio de una educación para todos, sin distinción alguna y con los recursos necesarios.

Estos retos identificados son los siguientes:

• Acceso a internet: Las ONGs, como el caso de la Fundación Pachacútec, venían dictando clases de manera presencial a niños y jóvenes; sin embargo, la crisis por la pandemia de COVID-19, ha generado que toda currículo pase a la virtualidad, pero también muestra que no toda la población cuenta con acceso a internet para poder llevar sus clases de manera eficiente. Se necesita mejorar los accesos para que el internet llegue a todos los rincones del país.

• Disponibilidad de equipos móviles: Al ser familias de escasos recursos económicos, estos no cuentan con las herramientas necesarias para que sus hijos puedan recibir las clases virtuales en colegios, centros o institutos. Las ONGs tratan de buscar los suficientes recursos para poder atender a toda la población con la que trabajan, sin embargo, aún hay mucho por hacer.
• Financiamiento: Es cierto que, durante la pandemia, muchas empresas se han visto afectadas con el cierre de sus negocios o han tenido que optar por reducir gastos, esto también incluye de alguna manera el apoyo que se les estaba brindando a ONGs, lo que se refleja en menores ingresos para seguir apoyando a familias y jóvenes vulnerables. Aun así, el apoyo de la empresa privada sigue jugando un rol fundamental para sacar adelante proyectos sociales y mejorar la calidad de vida de miles de personas.

• Alimentación: La gran mayoría de ONGs han tenido no solo que ser creativos para que los jóvenes y niños lleven clases virtuales, sino que también se han visto en la necesidad de brindar o preparar alimentos para familias que lamentablemente no cuentan con un trabajo estable o han perdido el trabajo producto la pandemia y, por ende, no cuentan con los suficientes recursos para llevar un pan a su mesa.

• Modelo de educación a distancia inclusiva: Fundación Pachacútec tuvo que diseñar un modelo que respondiera al ecosistema digital de aprendizaje en el que se encuentra. Diseñó una propuesta que fomenta el aprendizaje autónomo a través de guías didácticas, especialmente elaboradas por los docentes, y que pueden utilizarse tanto en medios virtuales como físicos. Toda vez que algunos estudiantes no puedan acceder a la plataforma y deben recoger el material en físico en la institución.

• Formación docente: Desde que iniciaron las clases no presenciales, se han venido implementando diversas acciones de capacitación para asegurar la correcta implementación de la propuesta de educación a distancia que promueve la Fundación Pachacútec, así como para potenciar las competencias digitales de los docentes en la modalidad de educación a distancia.

Fundación Pachacutec
Ventanilla, Callao, Perú






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