
A lo largo del tiempo, desde su creación, ¿cuál ha sido en cifras el alcance del Pronabec?
El Pronabec acaba de cumplir 13 años como programa social y en este poco tiempo ha logrado transformar la vida de casi 230 000 peruanos gracias al acceso a las becas y créditos educativos que brindamos.
¿Cuál es la importancia de optimizar, impulsar un programa social como este en el Perú?
Considero que lo crucial aquí es destacar que este no es un programa social paternalista o asistencialista, sino que su diseño está basado en la evidencia de cómo la adecuada inversión social en la educación genera grandes retornos no solo para los beneficiarios, sino para el país.
Como especialista de gestión social, puedo decir que este es uno de los pocos programas que tiene esa apuesta de desarrollo de capacidades para el cierre de brechas de desigualdad social y el aprovechamiento del gran potencial de peruanos talentosos, para que reinviertan lo aprendido en el desarrollo productivo y económico del Perú.
¿Qué visión tuviste del Pronabec cuando asumiste su dirección?
Mi mirada inicial fue ver al Pronabec como un programa que funciona muy bien: genera impactos positivos, tiene a un equipo humano muy capacitado y conectado con el propósito. Sin embargo, es importante reconocer que el Pronabec está pasando por un hito importante en su vida que es el escalamiento.
“Puedo decir que este es uno de los pocos programas que tiene esa apuesta de desarrollo de capacidades para el cierre de brechas de desigualdad social”.

Por ejemplo, ¿en cuáles de los programas que se manejan se refleja este escalamiento?
La tendencia de Beca 18, nuestra beca más importante, solía lanzarse con un máximo de 5000 becas por año. Pero el 2024, por un compromiso del presente Gobierno, se duplicó la cifra a 10 000 y este 2025 estamos volviendo a cumplir con un compromiso del Gobierno al entregar 20 000 becas.
¿Cuántos becarios tenían anteriormente?
Cuando llegué al programa, hace siete meses, tenía 55 000 becarios activos. Hoy tenemos 70 000 y el próximo año pasaremos los 100 000. Esto hace que repensemos nuestros procesos y nuestra forma tradicional de mirar el programa.
Definitivamente necesitamos más manos, pero la escalabilidad de un programa social de inversión pública o privada, no pasa por aumentar más y más los gastos corrientes, sino en ver cómo podemos generar el mayor impacto posible con cada sol que invirtamos.
En esa línea, ¿qué desafíos han identificado para potenciar su funcionamiento?
El principal desafío es tener un cambio de enfoque en el equipo que abrace la innovación, el rediseño y la automatización de procesos. Mi visión es descongestionar cuellos de botella, procedimientos administrativos rigurosos que no agregan valor y aligerar la carga pesada que implica gestionar ciertos procesos, a través de la inteligencia artificial para humanizar el programa.
¿Todo ello hará más eficiente y eficaz la labor del personal también?
Implica que nuestros colaboradores, particularmente, los que están en contacto con nuestros becarios y beneficiarios, puedan conectar más con ellos y fortalecer nuestras estrategias de acompañamiento socioemocional y pedagógico. Se trata de usar la tecnología para humanizar más el programa. Pero también de hacer más eficiente el uso de los recursos para enfocarnos más en la generación de impactos.
¿Es un reto constante también la cantidad y competitividad entre los postulantes, teniendo en cuenta factores como la deserción en los estudios?
Un punto importante de nuestro programa es que nosotros tenemos un buen know how respecto a cómo identificar y seleccionar estudiantes talentosos y de bajos recursos. Somos conscientes de que es un desafío ser un estudiante en situación de pobreza pues existe un riesgo de deserción.
“El principal desafío es tener un cambio de enfoque en el equipo que abrace la innovación, el rediseño y la automatización de procesos”.

¿Cuál es la estrategia que han desarrollado al respecto?
Tenemos una estrategia de difusión del programa en donde no solo hacemos charlas con estudiantes de 4to y 5to de secundaria, sino también a chicos que están ingresando a secundaria. De esta manera, los estudiantes identifican una oportunidad en Pronabec y el programa se convierte en una motivación no solo para culminar los estudios, sino también para sacar mejores notas.
¿Qué resultados han obtenido? ¿A la par han desplegado un acompañamiento más allá de lo académico?
Al enfocarnos en una población de buen rendimiento académico, sumado a nuestras estrategias de acompañamiento socio emocional, la permanencia y la culminación de nuestros chicos en la educación superior está garantizada. Con mucho orgullo puedo decir que hemos cerrado el año pasado con una tasa de deserción de nuestros becarios menor al 1 %, siendo más del 10 % el promedio de deserción de estudiantes de educación superior a nivel nacional.
Beca 18 resalta en el programa. ¿Podrías detallar la forma cómo se concreta el apoyo que otorga?
Beca 18 es la beca insignia del programa. A través de Beca 18, les pagamos a nuestros chicos los costos académicos como la matrícula y la pensión, así como los no académicos que consiste en una subvención económica para pagar los costos de traslados, alimentación, materiales educativos, etc.
¿Cuál ha sido su evolución en cuanto a aumentar su impacto positivo en los estudiantes?
Al inicio, el programa se concentró en el acceso. En identificar jóvenes talentosos a lo largo del país para que puedan acceder a educación de calidad. Sin embargo, si bien en términos académicos eran chicos destacados, el desafío para muchos de ellos de ir a estudiar a un ciudad diferente a la suya les generaba situaciones emocionales que afectaban su permanencia. Teníamos tasas de deserción superiores al 25 %.
Por eso, es que luego el programa se concentró en fortalecer la parte socioemocional y también en contar con un Examen Nacional de Preselección que permite estandarizar los conocimientos de los postulantes y reconocer con qué deficiencias académicas están entrando a la educación superior. Hoy nos encontramos en la implementación de un piloto que permitirá identificar de manera temprana riesgos de deserción o de atraso en los estudios de nuestros becarios.
¿De qué herramientas tecnológicas están haciendo empleo de cara a la atención al ciudadano o estudiantes?
Ahora nos encontramos diseñando un servicio de atención al ciudadano y a becarios con inteligencia artificial que permita orientarlos con las dudas que puedan tener sobre los procesos de postulación, requisitos y otras consultas sencillas que un robot amigable puede contestar, permitiéndonos concentrar nuestros esfuerzos humanos en atender solicitudes o consultas más complejas.
“Las empresas más exitosas del país necesitan saber que nosotros en Pronabec forjamos egresados talentosos”.

¿Y en lo que se refiere a los beneficios, como subvenciones, que brinda Beca 18?
Estamos diseñando la automatización del proceso de pago de subvenciones económicas que damos a nuestros becarios, de modo que los documentos que suben nuestros estudiantes no tienen que ser revisados de manera manual por varias áreas. Esto permitirá reducir los tiempos de gestión en más del 30 %.
En un país megadiverso, ¿cómo Pronabec ha intentado llegar a todos estudiantes del país, como poblaciones vulnerables o comunidades?
Tenemos un enfoque intercultural y de inclusión social que permite garantizar que ningún joven talento de los rincones más alejados del país se quede atrás. Por eso, tenemos un esquema de puntos priorizables por origen del estudiante de modo que podemos nivelar la cancha y darle mayores oportunidades a jóvenes de zonas rurales amazónicas o de comunidades campesinas que entrarían a competir con chicos que han finalizado la escuela en contextos urbanos.
¿Qué acción específica han ejecutado?
El año pasado implementamos un piloto en 14 Tambos para que postulantes de distritos muy alejados puedan dar el examen de nacional de preselección desde sus propias comunidades, sin que tengan que viajar tantas horas al local más cercano de evaluación. El piloto fue exitoso y este año lo escalaremos al 100 % de los Tambos.
Además, estamos implementando una estrategia diferenciada de acompañamiento socioemocional con enfoque intercultural para los estudiantes que vienen de comunidades nativas.
¿Han incorporado aliados para expandir o hacer efectivo el mayor alcance?
En línea de la respuesta de la anterior pregunta, respecto a cómo llegamos a los postulantes de zonas más alejadas, pues justamente nuestros principales aliados son sin duda los docentes. Otros importantes son las autoridades locales y regionales. Su aporte y entusiasmo en este proceso es muy valioso para llegar a más territorios.
¿Han proyectado involucrar de alguna manera a las empresas en el Perú?
Este 2025 queremos contar también con el apoyo del sector privado. Tenemos muchas empresas muy responsables y comprometidas con el desarrollo de sus zonas de influencia, que podrían involucrarse no solo en los procesos de difusión sino también en apoyarlos preparándolos para que puedan rendir bien el Examen Nacional de Preselección de Beca 18 y posteriormente a preparación a la universidad.
¿Qué importante es sumar al sector privado en proyectos de índole social?
Existen empresas muy responsables y comprometidas con la educación que pueden articular con nosotros en los diferentes momentos de nuestra cadena de valor para impactar mejor. Soy una convencida de que ningún programa social ni ningún sector del Estado va a lograr sus objetivos si es que trabaja solo.
La articulación con el sector privado es clave, pero lo es más si nos enfocamos en una gestión social basada en el desarrollo de capacidades que además fortalezca la confianza y la buena reputación de los diversos actores en un territorio hacia las empresas que operan en ella.
¿Qué mensaje haces a la población que espera acceder a más oportunidades como las que ofrece el Pronabec?
Mi mensaje principal es que no se rindan. La vida puede haber estado llena de adversidades, pero en el Gobierno tenemos programas sociales que sí funcionan como grandes oportunidades para desarrollar las capacidades de los jóvenes, aprovechar su máximo potencial y lograr la salida sostenible de la pobreza.
¿Algún llamado en particular para las empresas?
Hago un llamado al sector privado para unirse y trabajar de manera articulada con los programas sociales del Estado y así maximizar el impacto social y económico en el país.
Cada historia detrás de los chicos que hemos beneficiado es una historia de éxito, de inspiración que debe motivar no solo a los que estamos en el día a día y trabajando a favor de ello. Las empresas más exitosas del país necesitan saber que nosotros en Pronabec forjamos egresados talentosos, profesionales dispuestos a comerse el mundo con todo lo que han aprendido en sus carreras, pero sin perder la humildad ni las ganas de seguir creciendo.
¿Es también una oportunidad para la atracción de talento en las compañías?
Muchos gerentes de recursos humanos comentan sobre lo desafiante que puede ser contratar jóvenes profesionales hoy en día, yo les digo que miren a nuestros egresados, chicos chamba, capos y perseverantes con actitud ganadora, pero que mantienen sentimientos de humildad y agradecimiento a quienes les abren las puertas. Eso es lo que yo llamo talento.