Más de 20 años en el desarrollo de programas educativos relacionados a los negocios respaldan a CENTRUM PUCP. Percy Marquina, su director general, conversó con Stakeholders, entre otras cuestiones, sobre el estado de la educación universitaria y la labor de la institución que dirige en tiempos en los que la calidad académica es una prioridad en el Perú.
POR RENZO ROJAS
rrojas@stakeholders.com.pe
¿Qué balance hace sobre la educación universitaria en el Perú, especialmente con lo que ha significado el proceso de licenciamiento?
Es una respuesta ambivalente. Por un lado, sobre todo en el sector de la educación superior universitaria, hay un proceso que viene desde la participación del Dr. Jaime Saavedra en el Ministerio de Educación (MINEDU), donde hay un esfuerzo sistémico por mejorar las condiciones de la oferta universitaria. Esto se ha traducido en el proceso de licenciamiento o relicenciamiento en toda la oferta, que a la fecha ha significado un buen número de universidades licenciadas, pero también en una cantidad importante de instituciones que no han podido confirmar las Condiciones Básicas de Calidad (CBC); es decir, los mínimos de calidad que la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) solicita. La situación evidencia lo que muchos señalábamos desde hace años: que no toda la oferta académica era de calidad. El proceso hoy en día lo ha confirmado y existen, por tanto, oportunidades de mejora.
Queda claro que no es suficiente el licenciamiento. ¿Cuál es el otro aspecto al que se debe prestar atención?
Hay algo importante. El hecho de que las instituciones hayan sido licenciadas son condiciones mínimas. Es decir, lo que señala el licenciamiento es que tienes las mínimas condiciones para operar. Sin embargo, si visualizamos el panorama internacional, la calidad educativa se suele observar a través de diversos indicadores. Si bien es cierto que tenemos muy buenas instituciones académicas en el país, son menos; y las posiciones de estas en promedio en los rankings internacionales no son las mejores. En términos generales, tenemos un largo camino por recorrer. A nivel de posgrado, el sector de negocios es probablemente un nicho y una excepción, ya que somos tres o cuatro escuelas peruanas que contamos con certificaciones internacionales de acreditación en calidad. No obstante, no es extensible a las diversas categorías universitarias.
Cambiando de tema, la actualidad exige contar con un enfoque de sostenibilidad en distintos espacios como el académico. ¿Cómo lograr profesionales con esta formación?
Lo primero es cambiar el chip de la persona. Tradicionalmente, muchas generaciones de empresarios y gerentes fueron formados bajo un modelo de gestión donde el único criterio de éxito o sostenibilidad estaba asociado a la rentabilidad del accionista. Hoy en día eso no deja de ser importante, pero es solo uno de los componentes que debe considerarse para hacer un mundo más sostenible. En realidad pasa por que el alumno entienda que lo básico es el sentido de propósito: por qué y para qué haces algo. La idea es que las personas y estudiantes adquieran un sentido de comunidad. No se trata de que tú seas exitoso únicamente, sino también tu comunidad, vecindario y ciudad; tu entorno. A lo que nos referimos es a la toma de consciencia por parte del estudiante de lo que se denomina el stakeholder management, un entendimiento de las partes interesadas y afectadas en el que todo momento procures maximizar los impactos positivos que generas a través de la gestión empresarial y simultáneamente minimizar los negativos. Por parte de CENTRUM PUCP, es el objetivo ideal que buscamos a través de la formación que brindamos.
Desde la institución que usted lidera, ¿cómo han venido implementando este enfoque en su labor de formación?
Lo venimos realizando desde hace un buen tiempo, pero lo estamos repotenciando con mayor énfasis desde hace tres años, lo que se ha traducido en una ocasión para redefinir y revisar la misión y visión de CENTRUM PUCP y de sus programas académicos. Hemos incorporado en el contenido de los programas una preocupación prioritaria por los sentidos de propósito, ética y Responsabilidad Social (RS), así como su operacionalización y medición de impacto. Ello debido a la incorporación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como una métrica concreta, a partir de la cual se deben medir las acciones de RS que los alumnos sugieren a través de una serie de iniciativas, las cuales nosotros denominamos co-curriculares y que son actividades paraacadémicas. Ellos tienen que involucrarse para desarrollar y tener una experiencia vital y emocional que, a lo largo de su carrera y el programa, les permita contemplar la realidad de la pobreza en nuestro país, por ejemplo. En ese sentido, mediante las herramientas de inmersión que se les proporciona, brindan propuestas concretas que ayudan a la solución de este problema, siempre a favor de los ODS.
En esa línea, ¿considera que este modelo educativo de CENTRUM PUCP es su elemento diferenciador?
La esencia o la diferenciación de CENTRUM PUCP es que pone al centro a la persona. Es decir, no se trata tanto de las herramientas que vas a dominar, ni del conocimiento que vas a adquirir, sino de la capacidad que tengas para ser una mejor persona. De esta manera, en la medida de que lo seas, podrás alcanzar un mejor desarrollo a nivel gerencial, ya que adquirirás una mayor sensibilidad a las necesidades de los demás y podrás desarrollar mejores productos. Entonces, nuestra esencia radica en que brindamos una formación con un alto contenido humanista, que a su vez es una impronta de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). En otras palabras, nuestra diferenciación es que somos una escuela de negocios de una pontificia universidad, en la que buscamos no solo dar herramientas académicas, sino ayudar a entender qué realmente son los buenos negocios. No solo por su nivel de rentabilidad, sino porque genera beneficios para todos.
Cuenta con una destacada trayectoria a lo largo de su experiencia profesional. ¿Cuál fue su formación?
Todos vamos escribiendo una historia y a veces no sabemos exactamente cómo escribirla al inicio. Hay novelistas que se inspiran un momento y saben qué es lo que van a escribir. Hay otros que a lo mejor van escribiendo y a la vez van conceptualizando la novela. Yo mentiría si digo que he tenido una novela pre conceptualizada desde que salí de la universidad. Lo que sí puedo decir es que siempre procuré hacer lo mejor que podía: poner mi talento y mis limitaciones al servicio del propósito que tenía. Inicialmente, me formé como economista y después hice una maestría en administración. En los años iniciales me desempeñé en el área comercial y marketing de distintas instituciones hasta llegar a ser gerente general de una empresa multinacional en el país. Esta experiencia me permitió conocer y comprender perfectamente el sector privado, cómo funciona una empresa multinacional, una latina, una familiar; es decir, entender a la empresa por dentro con sus fortalezas y oportunidades de mejora.
¿De qué forma se da su participación en CENTRUM PUCP y cómo le ayudó su previa educación?
Hacia el año 2000, el profesor Fernando D’Alessio, que es fundador de CENTRUM PUCP, tuvo la gentileza de invitarme a colaborar de este proyecto casi desde sus inicios. Primero estuve en el área que ya conocía muy bien: comercial y marketing. Posteriormente, siendo parte ya de la escuela, me di cuenta de que para ser competitivo en el mundo académico había que seguir preparándose y, por lo tanto, que una condición de competitividad era obtener mi doctorado. Al decidir adquirirlo, hice mío el interés por la RS, ya que justamente mi tesis estuvo basada en este tema. Creo que fue una decisión correcta, porque me permitió compaginar perfectamente la visión, filosofía y ética que está detrás de la RS con el conocimiento del sector empresarial.
Se trata de entender bien las dos caras de la moneda y, en ese sentido, poder hacer un aporte más adecuado sobre el tema. Ya con mi doctorado en RS, comencé mediante la escuela a tener participaciones destacadas. Por ejemplo, venir desempeñándome desde hace algunos años como secretario técnico del Comité de Responsabilidad Social del Instituto Nacional de Calidad (INACAL). También he participado como jurado evaluador de los proyectos de Responsabilidad Social de Perú 2021 y algunas otras iniciativas. Lo más importante es el sentido de propósito que te brinda la RS como una invitación a trascender, para no tener solo objetivos de corto plazo, sino una visión más sistémica y de largo plazo.
Desde su perspectiva, ¿qué tan distinto es el mundo académico en comparación al ámbito empresarial?
Como parte de mi experiencia, trabajé en el sector público por un breve periodo en mis inicios como bachiller en el Banco Central de Reserva del Perú. Me di cuenta de que el sector público no me hacía sentir cómodo, ya que había una serie de restricciones y malas prácticas. Fui consciente de que no era mi línea y decidí trabajar en el sector privado. El mundo académico es muy particular porque tiene peso, una tradición de siglos, con ciertas prácticas que tienen una razón de ser, entre ellas, la defensa de la autonomía universitaria, la libertad absoluta de pensar, opinar e investigar; la esencia de la universidad. Sin embargo, para su cumplimiento, es necesario contar con unas prácticas de comportamiento que no son exactamente las que prevalecen en una empresa.
Considero que entre los valores más altos de la universidad destacan la diversidad, la cooperación, la asociación, entre otros para el logro de determinados objetivos y metas. La universidad, como institución, es como un elefante que avanza sólidamente pero muy lento. En el mundo privado, y sobre todo en el contexto contemporáneo, la universidad no podría sobrevivir con estas características ya que necesita una rapidez de adaptación. CENTRUM PUCP se ha caracterizado, en estos 20 años de funcionamiento, por ser tremendamente emprendedor, dinámico, creativo, etc. Ingresé a un espacio académico donde pude capitalizar esa experiencia del mundo privado, enriqueciendo la sabiduría y la paciencia de la academia, pero brindándole y dotándole de algunas competencias, que a lo largo de los años se evidencian en la pertinencia de las prácticas que se han ido desarrollando en la institución.
Mencionó la necesidad de que la universidad se adapte a los nuevos contextos. En el caso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), y todo lo demás que comprende el desarrollo de las nuevas tecnologías, ¿cómo evalúa este aspecto desde CENTRUM PUCP?
El cambio en el contexto y en lo que va ser el futuro es tan diferente a lo que hemos conocido en el pasado. Mal haríamos en formar a los alumnos como en el siglo anterior. CENTRUM PUCP ha nacido en el cambio de siglo y de milenio, pero a pesar de ser tan relativamente jóvenes, la realidad ha cambiado y va a seguir haciéndolo radicalmente que no podemos quedarnos con la manera de enseñar y los contenidos de antes. Entonces, lo que hemos hecho es tratar de adelantarnos a lo que se viene, de tal manera de ayudar a los alumnos no solo en el ofrecimiento de soluciones, ya que al fin y al cabo son ellos los que deben de encontrarlas, sino también a desarrollar capacidades para este fin. Lo que hoy aprenden no va a estar vigente en el mundo laboral siempre. Lo que sí es permanente son las capacidades y competencias que van a desarrollar a nivel interior.
En un futuro cercano, ¿en qué proyectos vienen trabajando en relación a su oferta educativa y a la RS?
Tenemos una serie de proyectos. En términos de corto plazo, está previsto un crecimiento significativo no solo en cuestión de coberturas y en atención de nuevos mercados, sino también en la integración, permeabilización e intercambio de experiencias y talentos con la propia universidad (PUCP). Creemos que es un atributo que juntos podemos desarrollar mejor. En términos de métricas y objetivos de mediano y largo plazo, vinculados a temas de RS, CENTRUM PUCP está previendo liderar lo que vamos a denominar una Responsabilidad Social 4.0, un entendimiento nuevo de los alcances de la RS, la cual vamos a desarrollar en conjunto con el sector privado, aquel más avanzado, prospectivo y responsable. Ese es un norte muy claro, estamos dando los primeros pasos, los cimientos. Aproximadamente, dentro de seis o doce meses tendremos la posibilidad de presentar ante la sociedad los alcances de este trabajo.
Para concluir, nuestro país está muy próximo a celebrar un hito muy importante como es el Bicentenario de la Independencia. ¿Cómo se proyectan hacia esta fecha?
Una meta que nos estamos autoimponiendo para llegar al Bicentenario, y que a su vez es parte de una RS bien entendida, es que no solo debemos comunicar, sino también medir los impactos que generamos para compartirlos. Por consiguiente, tenemos objetivos muy ambiciosos y métricas muy concretas para registrar el impacto que queremos brindar a la comunidad en tanto que somos una entidad académica. Así, nos toca preponderantemente desarrollar lo que se denomina Responsabilidad Social Universitaria (RSU). De este modo, hay una serie de indicadores en este quehacer en particular que debemos ser capaces de maximizar en un corto plazo. Desde un punto de vista más general, contar con alianzas público – privadas, academia, empresa y tercer sector es fundamental para que los modelos de gestión o políticas públicas que hoy nos imaginamos sean alcanzables y sostenibles. Si no hay tolerancia y disposición al diálogo y oportunidades para construir puentes, difícilmente vamos a avanzar como país. No podemos avanzar solos.