Machu Picchu, 8 de julio del 2019. – Durante el decimosegundo aniversario del anuncio de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo, la Municipalidad de Machu Picchu, el Grupo AJE e Inkaterra se reunieron para celebrar al Santuario Histórico de Machu Picchu como la Primera Maravilla Sostenible.
Gracias a la Municipalidad de Machu Picchu, que, en alianza estratégica con Inkaterra y el Grupo AJE, idearon una solución eficiente para que Machu Picchu sea la primera ciudad de Perú y Latinoamérica en gestionar la mayoría de sus residuos sólidos de forma responsable, a beneficio de su herencia cultural y natural, convirtiéndose en un modelo de sostenibilidad.
“Nuestra Maravilla del Mundo es hoy percibida como un destino sostenible y se convierte en un ejemplo de gestión para el ecoturismo, no solo para Latinoamérica, sino a nivel mundial”, declaró el alcalde de Machu Picchu, Dr. Darwin Baca León, acerca de la iniciativa ‘Machu Picchu: Primera Maravilla Sostenible’.
La campaña ‘Machu Picchu: Primera Maravilla Sostenible’ surgió en el año 2016, luego de que UNESCO evaluara la inclusión de la ciudadela inca en su lista de Patrimonios Mundiales en Riesgo. Machu Picchu se halla en un pequeño y profundo valle cuyo único acceso es a pie o por tren. Dada la creciente demanda turística, las limitaciones de transporte y el hecho que no haya espacio para la preparación tradicional de compost, el manejo de desechos se convirtió en un problema serio.
A raíz de ello, en el 2017 se dio la primera iniciativa de ‘Machu Picchu: Primera Maravilla Sostenible’ con la donación a la Municipalidad de una máquina compactadora de plásticos para procesar siete toneladas diarias de basura.
Este año, Inkaterra y AJE Group entregaron a SERNANP otra Planta Compactadora de Residuos Plásticos destinada para la limpieza y el reciclaje en el Camino Inca, la ruta de trekking más famosa de Sudamérica. La Planta de Transformación de Aceite de Cocina en Biodiesel y Glicerina Orgánica se inauguró en el 2018 dentro de las instalaciones de Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel.
Con el aceite vegetal usado que la Municipalidad recolecta de los hogares, hoteles y restaurantes de Machu Picchu, se producen 600 galones al mes de combustible biodiesel. Mensualmente, son tratados seis mil litros de aceite usado, evitando que sean vertidos al río Vilcanota.
“De acuerdo a estudios, un litro de aceite quemado contamina mil litros de agua. Por ello, la alianza entre la Municipalidad de Machu Picchu, AJE Group e Inkaterra, promueve la donación de aceite de cocina usado entre los hogares, hoteles y restaurantes de Machu Picchu. La producción local de biodiesel reduce el uso de combustibles fósiles y la huella de carbono originada por el transporte de combustibles desde Lima a Machu Picchu, distancia de aproximadamente 1,150km”, sostuvo Jorge López-Dóriga, Director de Comunicaciones y Sostenibilidad de AJE Group.
Por otro lado, la glicerina orgánica –libre de petroquímicos– obtenida en este proceso de fabricación de biodiesel es utilizada por la Municipalidad de Machu Picchu para la limpieza de las aceras y pisos de piedra de Machu Picchu.
En abril de 2019, gracias a la alianza entre la Municipalidad de Machu Picchu ,Inkaterra y el Grupo AJE se inauguró la primera Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos.
Esta tecnología innovadora, a cargo del Grupo Alimenta, tiene la capacidad de procesar a través de pirólisis –descomposición química a altas temperaturas en ausencia de oxígeno– ocho toneladas de residuos de basura al día para generar bio-carbón, un fertilizante natural que ayudará a la reforestación del bosque de nubes andino, el cual contribuirá con la productividad agrícola de las poblaciones ancestrales en las alturas del distrito de Machu Picchu.
De este modo, la planta de pirólisis para el tratamiento de residuos orgánicos es un proceso no contaminante y sostenible. Asimismo, es rentable para la Municipalidad y las poblaciones locales, debido a que ahorra costos de transporte de fertilizante, mientras que el costo de producción in situ es más bajo que el precio de mercado del bio-carbón.
“La iniciativa ‘Machu Picchu: Primera Maravilla Sostenible’ ha logrado despertar la conciencia ecológica de nuestra comunidad, que hoy segrega la mayoría de sus residuos de los hogares y establecimientos en su punto de origen”, declaró el presidente y fundador de Inkaterra, José Koechlin.
En el 2018, el proyecto de convertir la ciudad de Machu Picchu en un modelo de sostenibilidad global fue galardonado en Alemania con el prestigioso premio Die Goldene Palme en la categoría «Turismo Responsable”, como también el premio Líderes +1.