“Escritores arguedianos del Bicentenario” es un grupo de estudiantes de la Red Educativa Wiñay (Apurímac) que vienen produciendo textos y contenido audiovisual en su lengua materna, así como en castellano como segundo idioma. Este proyecto logró un alto puntaje que le permitió estar entre los finalistas. Miriam Cabezas, coordinadora de la Red, comparte sobre lo trabajado.
¿Qué les genera que la iniciativa “Escritores arguedianos del Bicentenario” se encuentre entre los siete proyectos finalistas seleccionados?
Es una inmensa alegría porque fortalece el compromiso para con nuestros estudiantes, y más aún en los contextos adversos en el que nos encontramos. Por otro lado, es parte de una satisfacción personal y profesional como docentes, consideramos un gran paso en lo mucho que queda por hacer.
El proyecto busca reforzar la lengua materna de los pequeños. ¿En qué actividades se vienen enfocando?
“Escritores arguedianos del Bicentenario” es implementado por la Red Educativa Wiñay conformada por 12 instituciones educativas ubicadas en distintos distritos de la provincia de Andahuaylas, región Apurímac; que comparten características y necesidades similares, como la de ser multigrado, rural e intercultural bilingüe. Buscamos que nuestros estudiantes, convertidos en escritores, logren rescatar, revalorar y descubrir sobre ellos y sus comunidades; compartir con el mundo una historia o un mensaje; y dejar un legado para el mundo a partir de la escritura.
Para el logro de las competencias priorizadas se viene implementando diversas estrategias en base a tres componentes: formación docente, participación de la comunidad educativa y recursos educativos.
Algunas actividades son el Ayllupi Qillqasun (escribimos en familia) que es desarrollada a nivel de aula donde dos cuadernos cartoneros viajeros rotan de casa en casa, aquí los estudiantes escriben sus actividades significativas en familia y sus sabidurías andinas; uno, dos, tres escribimos otra vez, con la cual fortalecemos la escritura en ambas lenguas; y encuentros familiares virtuales, donde los graban videos en familia y nos comparten sus producciones.
¿Cuál ha sido el impacto que han visto, por ejemplo, a la hora de trabajar en la lengua materna?
Nuestros niños son bilingües y las actividades planteadas nos permite interactuar en la lengua originaria quechua, buscando el fortalecimiento y la revitalización de nuestro idioma originario; además de rescatar y revalorar las costumbres y tradiciones a partir de la escritura, generando en nuestros estudiantes el “ALLIN KAWSAY” para lograr la gestión autónoma de sus aprendizajes.
¿Qué oportunidades ven detrás de la organización del “Concurso de proyectos Educativos Innovadores” para la iniciativa?
Buscamos que nuestro proyecto sea difundido y replica do en contextos similares, y consideramos que la Fundación BBVA y UNESCO nos dan la oportunidad de hacerlo y así contribuir en el desarrollo de la innovación.
¿Qué rol han cumplido los padres de familia en toda la iniciativa, especialmente en medio de un contexto de virtualidad?
Nuestro proyecto se desarrolla en torno a la metodología colaborativa “AYNI” considerando como componentes la solidaridad, reciprocidad y cooperación. Además, el “ALLIN KAWSAY” como medio para desarrollar el trabajo académico en estrecha articulación de familias e instituciones educativas que conforman nuestra Red, generando así oportunidades y condiciones en los procesos de aprendizaje, mediante una comunicación permanente con los padres de familia.