Australia implementa una nueva ley que permite a los empleados ignorar comunicaciones laborales fuera de horario, uniéndose a países como Francia y España en la lucha por un equilibrio entre trabajo y vida personal.

Por Stakeholders

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El pasado lunes entró en vigor una nueva ley que otorga a los trabajadores de Australia el «derecho a desconectarse». Esta normativa, aplicable a empresas con más de 15 empleados, permite ignorar mensajes y correos electrónicos fuera del horario laboral, sin temor a represalias o sanciones. El objetivo de esta ley es combatir la creciente intrusión del trabajo en la vida personal, fenómeno que se intensificó durante la pandemia de Covid-19 y la adopción generalizada del trabajo remoto.

El derecho a desconectarse surge en respuesta a una problemática que ha cobrado relevancia en los últimos años. Según una encuesta realizada por el Australia Institute, los trabajadores australianos realizaron un promedio de 281 horas adicionales no remuneradas en el 2023, lo que equivale a aproximadamente 130.000 millones de dólares australianos (88.000 millones de dólares estadounidenses) en trabajo no remunerado.

La implementación de esta ley posiciona a Australia junto a otros países, como Francia y España, que han adoptado medidas similares para proteger el bienestar de sus empleados.

«Antes de la era digital, la gente se iba a casa al final de su turno y no había contacto hasta que regresaban al día siguiente», explica John Hopkins, profesor asociado de la Universidad Tecnológica de Swinburne.

Multas y mediación para garantizar el cumplimiento

Para asegurar el respeto de este derecho, las multas por incumplimiento de la ley pueden alcanzar hasta 94.000 dólares australianos para las empresas y 19.000 dólares para los empleados. En casos de disputas, como la negativa a responder a una llamada de emergencia fuera del horario laboral, la Comisión de Empleo Justo de Australia mediará para resolver el conflicto.

El debate sobre la implementación de esta normativa ha sido intenso. Mientras que los sindicatos y defensores de los derechos laborales aplauden la medida, grupos empresariales han expresado su preocupación. Argumentan que la falta de claridad en la aplicación de la ley podría generar confusión y afectar la flexibilidad laboral.

«Pasamos gran parte del tiempo conectados a nuestros teléfonos y correos electrónicos todo el día», declaró a Rachel Abdelnour, del sector publicitario, destacando la importancia de este tipo de legislación para asegurar una vida laboral saludable.







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