Una niña y niño que crece recibiendo amor, incluso en los entornos sociales más difíciles, tiene menos riesgo de incurrir en la delincuencia o situaciones de violencia cuando sea una persona adulta.
A esta conclusión arribaron familias y especialistas en primera infancia y seguridad, que participaron en el taller virtual Cuidado sensible y sin violencia en la infancia, organizado por Cuna Más del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y el Ministerio del Interior (Mininter).
El taller virtual incluyó a familias con niñas y niños menores de 5 años que viven en 31 ámbitos priorizados por la estrategia Barrio Seguro y donde el programa social ya interviene con su Servicio de Cuidado Diurno. También participaron equipos técnicos y actores comunales voluntarios, docentes de educación inicial y otros actores sociales en los ámbitos priorizados.
“Ponemos a disposición de las familias nuestra experiencia y contenidos empleados en nuestros dos servicios, esperando contribuir con un cambio positivo y sostenido en los hogares”, dijo Lourdes Sevilla Carnero, directora ejecutiva del programa.
Cuna Más y Barrio Seguro articulan esfuerzos desde la puesta en marcha de la estrategia multisectorial, aprobada en marzo del 2017.
La primera exposición fue dirigida por Julio Obregón Huamán, especialista de la Unidad Técnica de Atención Integral (UTAI), quien abordó los beneficios que la comunicación, el cuidado, juego e interacción cotidianas tienen entre las niñas y niños, sobre todo aquellos que se encuentran en condición de vulnerabilidad, pobreza y pobreza extrema.
“Una de las formas de violencia más nociva, y más frecuente, en nuestros hogares es el abandono, que genera altos niveles de estrés en las niñas y niños, los cuales impactan negativamente en su desarrollo”, explicó Obregón.
A su turno, Madeleine Palomino Vento, especialista en diseño, planeamiento y gestión para la atención de factores de riesgo de violencia y/o delincuencia de la Estrategia Multisectorial Barrio Seguro, añadió que la primera infancia es una etapa fundamental para el desarrollo de la infancia, siendo muy importante proteger a las niñas y los niños del estrés y creando vínculos positivos con sus cuidadores para ayudarlos a ser resilientes frente a la adversidad.
“Para que los niños y niñas vivan en un mundo libre de miedo y de violencia física o psicológica, es necesario romper el círculo vicioso de la violencia, a través de una crianza positiva, promoviendo una buena comunicación y creando un ambiente estable y seguro en la familia”, aseveró la especialista.