La sostenibilidad empresarial constituye un activo intangible en el mundo corporativo. Trasciende la responsabilidad social e incide en las finanzas, políticas y códigos de buen gobierno, estándares ambientales y compliance. En suma, sustenta y orienta la actividad de la compañía.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los Principios del Pacto Mundial y los Compromisos del Acuerdo de Paris, constituyen referentes globales ineludibles para las compañías. A partir de estos, las empresas identifican si su impacto social, ambiental y económico, aporta valor a la sociedad. Esta identificación permite a su vez, solventar su misión y visión corporativa; afianzar su estructura organizativa; conducir la relación con sus grupos de interés, e inclusive perfilar sus ventajas competitivas.
En el ámbito nacional, la Constitución Política determina; (i) que la persona es el fin supremo de la sociedad; (ii) que el Estado estimula la libertad de empresa e industria y, (iii) que los recursos naturales son patrimonio de la Nación, y su aprovechamiento debe ser sostenible.
En consecuencia, la pauta conceptual, los referentes globales y la normativa nacional -antes referidos- constituyen los lineamientos básicos, para analizar la sostenibilidad empresarial en el país.
Estos lineamientos están impresos en el gobierno corporativo de la Bolsa de Valores de Lima, al afirmar su compromiso con “el desarrollo sostenible del mercado de valores peruano”, a través de la incorporación -en su gestión bursátil- de “índices sociales, ambientales y de gobierno corporativo”, promoviendo el desarrollo del mercado de valores, en el Perú.
El nuevo Índice de Sostenibilidad (generado en alianza con S&P Dow Jones Índices), permitirá mayor exposición del mercado de valores peruano, a nivel mundial. En nuestra lectura, calificara con certeza el desempeño de las inversiones realizadas en el país, en los siguientes pilares de la sostenibilidad; sociedad, ambiente y gobierno corporativo.
La Bolsa -a través del nuevo Índicecuenta ahora con una herramienta de gestión para perfilar rendimientos financieros, a partir del cumplimiento de criterios de sostenibilidad, que están detalladamente previstos en el Corporate Sustainability Assessment de S&P (Evaluación de Sustentabilidad Empresarial).
Este sistema permite, producto de la aplicación de una exhaustiva evaluación, determinar qué compañías tienen mayor valor social, o mejor cultura organizacional, para entender y responder con eficiencia, los desafíos globales de sostenibilidad, en ámbitos tan disímiles como mitigación del cambio climático, reputación corporativa, o comunicación con sus stakeholders. Es decir, el sistema identifica factores que impulsan el valor de las empresas.
Así, este notable esfuerzo de la Bolsa de Valores de Lima, permitirá que, en el país, se desarrolle con mayor énfasis el concepto de inversión sostenible, es decir aquella que considera factores extra financieros.
Como expresa Emily Ulrich1, la aplicación de indicadores sociales, ambientales y de buen gobierno, al evaluar la sostenibilidad corporativa, permite que “las empresas con prácticas sostenibles sean -sencillamente- mejores candidatas para la inversión”.
El desafío que plantea el nuevo Índice para las compañías que operan en el país (especialmente que listan en la Bolsa), estriba en la necesidad de establecer solventes estándares de sostenibilidad, sobre todo en uno capital; la relación entre compañía y grupo de interés.
En resumen, la Bolsa promueve inversión sustentable, que genera probado valor social y ambiental.