La Municipalidad Distrital de Machu Picchu, el Grupo AJE, la cadena de hoteles Inkaterra y el
Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) se unieron con el objetivo de convertir
este patrimonio histórico del Perú en la primera maravilla del mundo y el primer destino turístico a
nivel internacional que alcanza el certificado carbono neutral.
La emergencia climática es un fenómeno cada vez más evidente y, según las Naciones Unidas, las actividades humanas son su principal causa. Es así que, desde la época de la Revolución Industrial, la concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEI) ha ido en aumento y, con ello, las temperaturas globales medias.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), la actividad turística genera el 8% de las emisiones de CO2 a nivel mundial. En el Perú, país en el que este sector es una de las principales fuentes de ingreso, se estima que representa aproximadamente el 5% del total de emisiones a nivel nacional, de acuerdo a Gren Initiative.
En ese sentido, estos datos revelan la necesidad de generar compromiso entre todos los actores involucrados en la industria del turismo hacia la ruta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Principalmente con el Objetivo 12 (Producción y Consumo Responsable) y el Objetivo 13 (Acción Climática), que promueve la mitigación de CO2 a través de la compensación y reducción de emisiones.
Asimismo es importante señalar que, debido al contexto de pandemia, en el año 2020 se presentó una gran reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 2019 por la paralización de la actividad turística.
En ese contexto, y en el que la articulación es fundamental, se estableció una alianza estratégica entre la Municipalidad Distrital de Machu Picchu, el Grupo AJE, la cadena de hoteles Inkaterra y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp), con el objetivo de convertir al patrimonio histórico en la primera maravilla del mundo y el primer destino turístico a nivel internacional que alcance el certificado carbono neutral.
Esta alianza nació a raíz de una crisis de manejo de residuos en Machu Picchu, por la cual en el 2016 UNESCO evaluó la inclusión de la ciudadela inca en la lista de Patrimonios Mundiales en Riesgo.
La ruta hacia la neutralidad
Con el objetivo de reducir las emisiones de CO2, la primera actividad que se desarrolló fue calcular la huella de carbono de Machu Picchu, lo cual también permitió identificar las actividades críticas que impactan en el clima y evaluar el inicio de gestiones con miras a convertir a la ciudad en una con bajas emisiones de carbono.
Además, acorde con el compromiso asumido meses atrás, el grupo AJE y la cadena de hoteles Inkaterra implementaron una serie de acciones para ayudar a mitigar la huella de carbono. Entre ellas podemos destacar:
- Compactadora de Residuos Plásticos: Dos compactadoras donadas por agua CIELO e Inkaterra para Machu Picchu Pueblo y el Camino Inca, cada una con capacidad de procesar 7 toneladas diarias de desechos PET.
- Planta de Biodiesel: Evita la llegada de mil galones de residuos de aceite vegetal al río Vilcanota, generando oportunidades de trabajo en la producción de combustible ecoamigable y en glicerina libre de químicos.
- Pirolizador de Residuos Orgánicos: Procesa basura orgánica a altas temperaturas para la obtención de bio-carbón y evita la emisión de Gases de Efecto Invernadero (Metano). El biocarbón generado es usado por la comunidad como abono y por el Sernanp en sus tareas de reforestación del santuario.
- Trituradora de vidrio: Produce arena a partir de vidrio triturado, con lo cual se mitiga la extracción de arena de las riberas del río Vilcanota y se reduce la erosión que pone en peligro la integridad de Machu Picchu Pueblo.
Adicionalmente, Machu Picchu compensó las emisiones pasadas de sus operaciones (huella de carbono) a través de créditos de carbono generados por las “Concesiones de Castaña REDD +”. Este último es un programa de conservación que protege más de 300 mil hectáreas de los bosques con mayor biodiversidad de la cuenca del Amazonas, el cual desarrollado por Bosques Amazónicos (BAM) en alianza con 450 familias en Madre de Dios, Perú.
Certificación y buenos resultados
Hasta ahora, todo el trabajo llevado a cabo ha dado buenos resultados. Y es que esta sinergia entre la Municipalidad Distrital de Machu Picchu, Hoteles Inkaterra, Grupo AJE, acompañados de aliados de Bosques Amazónicos (BAM), PROMPERU, el Ministerio del Ambiente, la Sociedad de Hoteles del Perú y la Asociación Peruana Empresas de Aventura y Ecoturismo (APTAE), ha hecho posible finalmente la certificación de Machu Picchu como primer destino turístico internacional que alcanza el certificado carbono neutral.
Esta alianza comprometida con la descarbonización de Machu Picchu es un caso de éxito sobre las metas que pueden alcanzarse cuando los sectores público y privado trabajan de la mano. Con el apoyo de la comunidad local, se ha logrado el primer destino de América Latina con una economía circular, a través del manejo sostenible de sus residuos.
“Es un orgullo para el Grupo AJE estar aquí y celebrar el certificado de Carbono Neutral para Machu Picchu. Estamos ante la nueva Revolución Natural, una era colaborativa. Este no es solo un ejemplo de gestión ambiental, es también un ejemplo de la nueva gestión para el mundo; cómo nos tenemos que unir todos para lograr este hito que es ser la primera maravilla Carbono Neutral”, indicó Jorge López Dóriga, director global de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE.
Por otro lado, cabe destacar que la entrega de la Certificación Carbono Neutral, además, dio inicio al compromiso climático para convertir a Machu Picchu en la primera maravilla del mundo y el primer destino turístico a nivel internacional que alcance el certificado carbono neutral, que busca reducir las emisiones de carbono en un 45% hacia el año 2030, y alcanzar las emisiones netas cero (carbono neutralidad) para el año 2050, conforme los lineamientos establecidos en el Acuerdo de París.