Por Juan José Román
Gerente de proyectos de Aprenda
Diversos estudios y análisis hechos durante los últimos diez años coinciden en que los retos que los emprendedores peruanos enfrentan al hacer negocios comienzan por la baja productividad de sus unidades económicas y terminan en el limitado acceso al financiamiento formal, una regulación compleja por parte del Estado y la falta de acceso a la capacitación, entre muchos otros más.
Pensar que todos los emprendedores no quieren ser más productivos o no quieren formalizarse porque no creen en pagar impuestos es injusto. Hasta el menos proactivo de los empresarios quiere hacer más y mejores negocios y ‘con todas las de la ley’. Por ello, me gustaría dejar de lado la frialdad de los retos y los análisis para hacerle un llamado a la acción a sus protagonistas: las personas.
A mis colegas profesionales de distintas empresas de consultoría, asociaciones de desarrollo empresarial e instituciones educativas que trabajan en la promoción y desarrollo de los emprendedores, los llamo a seguir adelante innovando y ampliando las oportunidades de acceso al conocimiento para los empresarios sin olvidarnos de que ‘los negocios están en las calles’ y no en nuestros escritorios; mucho más ahora que la reinvención ha dado paso a nuevos modelos de negocio y cambiado los hábitos y prácticas de los emprendedores. Sé que podemos colaborar con el Estado y la empresa privada para incluir a cada vez más empresarios en una ruta de formalidad, innovación, productividad y progreso.
A mis clientes, ejecutivos de grandes empresas que lideran las áreas de responsabilidad social, compras locales, marketing y negocios, los llamo a comprometernos a mirar a los emprendedores como socios entendiendo que la base de cualquier iniciativa social o comercial dirigida a ellos se basa en la confianza, la cual debemos construir, mantener y saber retribuir mirando siempre el mediano y largo plazo: más allá de las fechas de término de nuestras campañas comerciales y programas de acción social.
A los periodistas que cubren temas de emprendimiento y que nos mantienen al tanto de información valiosa sobre los pequeños negocios, y que nos emocionan contándonos las historias de empresarios que hicieron de sueños empresas rentables, los invito a seguir con su labor informando e inspirando. ¡Sus notas y artículos son una luz brillante en momentos retadores en los negocios!
A mis amigos emprendedores les digo: ¡siéntanse grandes! Su labor dinamiza nuestra economía y es el motor que hace andar nuestro país. Pero no se duerman en el sueño de crecer, aprovechen las oportunidades que el Estado y diferentes instituciones y empresas les ofrecen e inviertan en ellas su activo más valioso: su tiempo. Súmenle, además, nuevos conocimientos. Ningún negocio crece si es que quien lo conduce no desarrolla habilidades y se educa en nuevas herramientas de gestión.
Finalmente, próximos al Bicentenario, les propongo a todos los aquí mencionados (y también a ti, que estás leyendo este artículo) que demos un paso lleno de mucho significado: dejemos de hablar de ‘microempresarios’ y comencemos a referirnos a las personas que conducen un negocio como empresarios de la microempresa, empresarios de la pequeña empresa o empresarios de la mediana empresa. Un negocio podrá ser chico, pequeño o mediano pero las personas siempre seremos iguales. Es momento que el ser empresario o el trabajar por el desarrollo de los empresarios nos una. Finalmente, a todos nos anima una misma meta: hacer de nuestro querido Perú, un país próspero para todos y todas.