Cada vez más empresas, y quienes invierten en ellas, reconocen que la sostenibilidad es una prioridad estratégica que implica importantes riesgos y oportunidades de negocio. Ya no es una tendencia, sino una necesidad.
Es en ese momento donde los directivos y ejecutivos tienen la importante tarea de liderar la transición o el cambio de la organización hacia un enfoque sostenible que se adapte al perfil y requerimientos de la misma. Sin embargo, en la actualidad, pocas empresas tienen estructuras organizacionales en las cuales la sostenibilidad es una estrategia transversal a su negocio.
Tomando como caso este proceso de conversión por el que pasan las compañías, la consultora internacional McKinsey ha publicado recientemente un informe en el cual desarrolla cuatro maneras a través de las cuales los líderes pueden guiar el “rediseño” organizativo de su trabajo.
El informe realizado por un equipo de expertos sostiene que, para acertar con los programas de desarrollo sostenible, las empresas tienen que tomar decisiones realmente contundentes. Al respecto, el documento sugiere tener en cuenta lo siguiente:
- Enfocar la estrategia de sostenibilidad en un ámbito definido:
Advierten que las compañías que abordan las cuestiones de sostenibilidad con mayor eficacia son aquellas que lo hacen centrándose en un tema concreto y bien definido. Para hacerlo bien, argumentan los expertos, las entidades deben definir la lista de temas de sostenibilidad que son importantes para la organización, ya sea porque son claves para el negocio o porque son las áreas en las que la empresa está posicionada de forma única para marcar la diferencia. - Crear un equipo de líderes en sostenibilidad e innovación:
Es importante que las empresas tengan un equipo definido que coordine su trabajo en estos temas. No tiene que ser necesariamente grande, por el contrario, el estudio afirma que lo que hace que el equipo central sea especialmente eficaz es tener la autoridad para tomar decisiones y ejecutar el cambio. - Desarrollar una estructura organizativa eficaz:
El informe expone que no hay una única respuesta «correcta» para el diseño de una organización de sostenibilidad ni un enfoque único, más allá del principio general de que la estructura debe estar bien integrada y ser compatible con el resto de la configuración de la empresa. En realidad, lo más importante es que tenga los recursos suficientes para ejecutar programas que sean transversales a la organización, así como contar con perfiles sólidos, capaces y versátiles que estén preparados para enfrentar situaciones diversas. - Dar prioridad al diseño de procesos y gobernanza que tengan en cuenta la complejidad y la naturaleza dinámica de la sostenibilidad:
Los expertos afirman que es fundamental pensar en rediseñar los procesos y la gobernanza relacionados con la sostenibilidad desde la base. Varios principios rectores pueden ayudar en este tipo de esfuerzos. Por un lado, los procesos de las empresas para tomar decisiones relacionadas con estos temas deben ser sólidos y definir claramente cuándo una cuestión o decisión debe pasar de la unidad de negocio al equipo central de sostenibilidad. Los procesos de toma de decisiones también deben incluir debates frecuentes entre las partes interesadas y ciclos de decisión rápidos para poder identificar y resolver rápidamente los temas interfuncionales o de alto nivel.
Por último, el estudio menciona que es valioso que las empresas desarrollen métricas de rendimiento específicas para la sostenibilidad. A pesar de que los parámetros variarán en función del tema, aseguran que los mismos principios de la buena gestión del rendimiento de otras actividades empresariales se aplican también. Tales como: fijar objetivos medibles (tanto financieros como no financieros), establecer incentivos (como la vinculación de la remuneración al rendimiento de la sostenibilidad) y poner en marcha revisiones periódicas del rendimiento.
Con información de Diario Responsable