Tras haber sido declarada en quiebra, la aerolínea Interjet decidió aprovechar su flota de aviones y transformarla en muebles para las casas. Apple, el gigante de la tecnología, también se ha dado la tarea de convertir viejos espacios arquitectónicos en sus tiendas.
Estudios como “The State of Personal Commerce” señalaron que la acción es un interesante antecedente de cómo las marcas ganan la confianza del consumidor, aunque también la pueden perder si al menos el 21 % de consumidores es víctima de una mala experiencia de compra.
Appolo es una firma de diseño de muebles que elabora sus piezas con trozos de aviones de la compañía Interjet. “Un recuerdo memorable para la eternidad”, cita en uno de sus mensajes en donde muestra cómo luce un recuerdo de pared realizado con un pedazo de fuselaje y que perteneció a un avión Airbus A320.
El emprendimiento señala que a pesar de lo triste que es afrontar la realidad de Interjet, una gran forma de recordarla es plasmando los aviones en mobiliarios.
La exposición de lo que en diseño ha hecho esta firma de muebles “aéreos”, en que resalta elementos característicos como el fuselaje de un avión convertido en una pieza decorativa, forma parte de la experiencia que en la actualidad buscan los consumidores, ya sea con una pieza que fue parte de una marca aérea o con un local comercial que ahora es tienda de un gigante de la tecnología.
Así como el emprendimiento con aviones de Interjet, que transformó la flota en muebles, hay casos como el de viejos espacios comerciales que fueron convertidos por Apple en modernas tiendas.
Este caso se vio con una tienda llamada Apple Carnegie Library, que llevó a la marca a recuperar a través de la intervención profesional, viejos espacios como una biblioteca, en nuevas y modernas tiendas para la exhibición de todo su inventario.
La preservación de la historia de una flota de aviones ayuda a las marcas a ser relevantes a partir de un aspecto que valora el consumidor y es el significado que tienen productos y espacios.